Muchas veces la vida nos pone en circunstancias difíciles que pensamos que no tienen solución; sin embargo, no debemos perder la esperanza de salir adelante, aunque parezca que todo está en nuestra contra.
La vida para el pequeño Josafat de tan solo 9 años de edad no ha sido fácil ya que hace un año y nueve meses los médicos le diagnosticaron cáncer en el hígado, hecho que tanto para el como para su familia fue una etapa amarga por afrontar.
Su padrastro, Jairo, relató a un medio digital cómo ha sido esta dura experiencia.
Relató que dos meses antes el pequeño se cayó de la bicicleta y se quebró una costilla y en el hospital de Guápiles, en Costa Rica, le dijeron que era una fisura leve y se fue a su casa; sin embargo, después de un mes comenzó con temperatura, por lo que lo llevaron a la unidad médica, donde el médico les señaló que no era probable que fuera como consecuencia del golpe, por lo que le hicieron una placa donde se le detectó una mancha en el hígado, posteriormente se le hizo un ultrasonido donde le encontraron la masa de varios centímetros de ancho por lo que fue remitido al hospital de nuevo.
Jairo menciona que el primer año fue el más difícil para su hijo por las quimioterapias que eran exhaustivas y tenían que realizárselas cada 72 horas para reducir el tumor, pero todo ese calvario y angustia afortunadamente terminaron el pasado 20 de mayo, cuando Josafat asistió a su última quimioterapia al Hospital Nacional de Niños en Costa Rica.
Para sus padres fue una noticia maravillosa, que quisieron compartir su alegría con toda la gente, por lo que escribieron en la parte trasera de su coche “¡Hoy es mi última quimio!” para que los demás conductores lo vieran y mandaran su apoyo.
Jairo señaló que Josafat es como su hijo y que haría todo por verlo feliz, por lo que cuando le dijeron que esa iba a ser su última quimio no pudo contener su alegría.
Ahora Josafat está fuera de peligro y solo tendrá que seguir vigilado por un tiempo.
Con información de: www.okchicas.com
