La Fecha 28 inició con la disputa del famoso Der Klassiker, como se conoce al duelo entre el FC Bayern München y el Borussia Dortmund, quienes llegaron a esta edición como líder y escolta de un campeonato que parece haber empezado a definirse con el triunfo del cuadro visitante en un silencioso Signal Iduna Park.
El partido inició de manera frenética de ida y vuelta y con situaciones para ambos. Ambos apostaron por un juego vertical y volcando los ataques por las bandas con Kingsley Coman como lo más destacado del Bayern y Thorgan Hazard para el Borussia. Pero las figuras de los primeros minutos fueron los arqueros, Neuer y Bürki.
Antes del minuto de juego, Jerome Boateng sacó en la línea un disparo de Erling Haaland que había pasado entre las piernas de Manuel Neuer, situación que le sirvió al cuadro visitante para entender que el local salió en búsqueda del triunfo. Por su parte, el líder de la Bundesilga tuvo su opción más clara sobre los 20 minutos cuando Piszczek ahogó el grito de gol de Serge Gnabry, tras rechazar sobre la línea su intento.
Con el correr del cronómetro, el Bayern se pudo asentar en el campo de juego y se adueñó del dominio del balón, mientras que el equipo amarillo apostó por los contragolpes, la mayoría de ellos culminados por Haaland, cuya potencia y velocidad le generó varios problemas a los zagueros rojos.
El cero en el marcador se rompió sobre el final de la primera etapa cuando la tendencia uya era de dominio absoluto por el cuadro visitante. Fue Joshua Kimmich quien capturó un rebote en la puerta del área y picó la pelota desde allí por encima de Bürki, que atinó a sacar el manotazo, pero al haber saltado hacia atrás, se quedó sin fuerzas para rechazar el balón y apenas lo tocó. Con el 1-0 culminó la primera parte.
En el complemento el Borussia Dortmund realizó dos cambios e ingresaron Jadon Sancho y Emre Can, en reemplazo de Julian Brandt y Thomas Delaney. Sin embargo, el cuadro local se mostró muy impreciso y perdió dinámica el ataque, dando ventaja así ante un Bayern que se plantó bien arriba en el terreno de juego y no le dio respiro en la salida.
La gran polémica tuvo lugar a los 13 minutos de la segunda mitad cuando Erling Haaland dominó en el área y desenfundó un remate con destino de gol que dio en el brazo de Jerome Boateng. Lo más curioso es que nadie lo reclamó y el VAR no intervino. Pero el peor momento para el local llegó pasados los 25 minutos cuando el goleador noruego se marchó del campo de juego por una molestia en su pierna derecha.
Los intentos del Borussia desde allí se basaron más en las intenciones y el ímpetu de sus futbolistas que en el juego elaborado. Pero así y todo tuvo dos ocasiones claras que terminaron en las manos de Neuer. Por su parte, el visitante tuvo la mejor en los pies de Lewandowski, que en un contragolpe remató de zurda y su disparo se estrelló en el palo.
Los últimos segundos fueron algunos arrebatos del local que buscó con centros generar peligro, pero lo único que encontró fueron los rechazos de los defensores rivales que prácticamente no cometieron errores en los 90 minutos. El pitazo final marcó no solo la culminación del partido sino que también, al parecer, el de la Bundesliga .
El Bayern Múnich ostenta ahora una ventaja de 7 puntos con respecto a su escolta a falta de seis fechas por disputarse. El Dortmund, que se ilusionaba con quedar a una unidad de distancia, buscará ahora el milagro de la consagración, porque ya no depende de sí mismo y su única aspiración parece ser la de mantenerse en los puestos de clasificación a la próxima Champions League.