PARÍS (AP) — Comer en una mesa donde cada persona está rodeada por un escudo de plástico puede parecer futurista, pero podría ser una forma para reabrir algunos restaurantes. También podría funcionar si tu acompañante ordena escargots con mucho ajo.
Los prototipos de escudos de plástico hechos con plexiglás se asemejan a grandes pantallas transparentes de lámparas suspendidas del techo. Se exhiben temporalmente en H.A.N.D., un restaurante parisino que busca una manera de reabrir su comedor a medida que se reducen las restricciones de movilidad implementadas por el nuevo coronavirus.
Si bien los restauranteros de todo el mundo buscan volver a llenar sus mesas en plena pandemia, quieren adherirse a las normas de distanciamiento social y al mismo tiempo tratar de atender a la mayor cantidad de comensales que las medidas de salud y seguridad permitirán.
Algunos están colocando maniquís cada dos mesas para dejar espacio entre los clientes reales, como en Augustas and Barbora, un restaurante en Vilna, capital de Lituania. Algunos de sus falsos comensales están vestidos de manera informal, mientras que otros parece que están en un evento de gala. Las prendas muestran el trabajo de diseñadores de moda locales.
“Queremos llenar el espacio con cosas divertidas”, comentó el propietario Patrikas Ribas.
El alcalde de Vilna, Remigijus Simasius, señaló que la iniciativa era una “combinación perfecta del espíritu comunitario y creatividad”.
En Hofheim, Alemania, el restaurante Beef’n Beer colocó grandes osos de peluche en algunas mesas para mantener a los comensales separados. También garantizan un ambiente acogedor y menos estéril.
En el restaurante Mediamatic de Ámsterdam, los propietarios colocaron pequeñas casas de vidrio que rodean cada mesa, las cuales son atendidas por meseros con escudos protectores.
Si bien muchos restaurantes ofrecieron comida para llevar y servicio a domicilio durante la crisis de salud para seguir generando al menos algo de ingresos, dichas prácticas son menos comunes en Francia, aunque los chefs galardonados con estrellas Michelin, como Alain Ducasse, han empezado a implementar el servicio para llevar.
Los propietarios de restaurantes buscan soluciones que traigan de regreso a los comensales, al tiempo que reducen su ansiedad sobre contraer el coronavirus.