Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
En la zona temporalera del sur del estado los agricultores están desesperados, porque ante la falta de créditos y la reducción de los apoyos gubernamentales carecen de recursos para la preparación de las siembras del ciclo primavera-verano 2020, que inician el 15 de junio.
Gabriel Anaya Fernández, dirigente de una organización campesina de la zona de Mante, dijo que miles de hectáreas se quedarán sin sembrar, porque incluso no hay quién las pueda rentar.
“Antes, cuando tú como dueño de la tierra no tenías dinero para sembrar simplemente la rentabas, pero ahora no tenemos ni siquiera esa opción, porque no hay quién quiera rentar. Eso hará que miles de hectáreas se queden ociosas”, mencionó.
Otro factor que influirá para que una gran superficie se quede sin cultivar, es que el Gobierno federal redujo el apoyo que les daba a los productores que sembraban dos veces al año.
“Acá en el sur del estado era tradición que sembrábamos en los dos ciclos, el primavera-verano y el otoño-invierno, y el Gobierno nos daba dos apoyos, pero desde que llegó tu ‘tío’ (Andrés Manuel López Obrador), ahora ya solo nos dan un subsidio. Ante ello, hay muchos agricultores que de plano solo siembran en un ciclo y en el otro la tierra se queda ociosa”, mencionó.
Anaya dijo que él es uno de los productores que a 14 días de que inicien las siembras del ciclo primavera-verano no ha podido preparar las tierras.
La consecuencia de ello es que la preparación que se terminará haciendo no será la más óptima, lo cual genera el riesgo de que haya una baja cosecha.
“Estamos muy jodidos y nadie voltea a vernos. Las cosas se han complicado más con esto de la pandemia, porque hay gente que trabajaba en los ranchos y que fue desempleada”, indicó.
Lamentó la política agropecuaria del Gobierno federal, porque quienes la diseñan no entienden que entre menos productivo sea el campo más se incrementarán las importaciones.
El 15 de junio inician las siembras de soya, y el 30 de julio comienzan las de sorgo y maíz. En el ciclo primavera-verano se siembran en promedio 450 mil hectáreas y se levanta una cosecha estimada de un millón de toneladas de granos.
