Gaborone, 6 Jun (Notimex).- Autoridades ambientales de Botsuana investigan la muerte de más de 100 elefantes durante los últimos meses que, de acuerdo con las primeras investigaciones, no han sido víctimas de caza furtiva.
El primer reporte que se recibió incluyó 56 elefantes muertos de los que también se encontraron los cadáveres intactos, algunos de los cuales yacían en las cercanías del río Okavango.
El Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de Recursos Naturales y Turismo ha negado que se trate de envenenamiento por parte de los agricultores que algunas veces han recurrido a esas medidas para defender sus cultivos.
Una de las hipótesis de las autoridades locales es una epidemia de un tipo de ántrax que, en otros años, ha atacado a los paquidermos en la misma estación, sin embargo no tienen ninguna certeza.
Por ahora, las autoridades de Botsuana tomaron muestras de los elefantes y las enviaron a laboratorios en Sudáfrica para que investiguen las causas de la muerte; sin embargo, con la pandemia de COVID-19 el proceso puede demorarse más de lo usual.
Además, alertaron a la población local que no se acerquen a los cadáveres y no consuman la carne de los elefantes, porque puede tener alguna enfermedad contagiosa.
También han empezado a incinerar los cadáveres de elefantes para evitar que, si es el caso, se disperse cualquier enfermedad, sin embargo es complicado debido a lo inaccesible de algunos de los lugares en los que se encuentran los restos, señaló el medio Voa News.
Botsuana, en el sur de África, es el país con la mayor población de elefantes en el continente africano pues cuenta con más de 130 mil ejemplares vivos en la actualidad.