Francisco Ramos Aguirre.-
La cuera, es el traje típico representativo de Tamaulipas y tema de inspiración de numerosas composiciones. Desde hace casi una centuria, importantes intérpretes de música vernácula como Nicandro Castillo, Lorenzo Barcelata, José Agustín Ramírez y Oscar Chávez, incluyeron en su repertorio piezas relacionadas con este vestuario similar al que usan los charros y jefes de guardias rurales del porfiriato.
El Cuerudo, es una de las canciones que forma parte de la identidad de Tamaulipas. Sus versos y música invitan a realizar un recorrido panorámico por los caminos de la Sierra Madre Oriental. En su narrativa incluye una historia de amor, cristalizada en la capilla de San Isidro en Tamatán. De igual manera, el poema popular destaca la figura gallarda y representativa de un ranchero tamaulipeco montado a caballo y vestido con la tradicional cuera tulteca.
El motor de las andanzas del mencionado vaquero por los caminos de las montañas transitados por los arrieros y comerciantes, es la belleza femenina de las tamaulipecas. En este caso las mujeres de Jaumave, a quien Manuel Payno describe en su novela El Fistol del Diablo como: «…robustas, de gallardo y airoso cuerpo con sus enaguas azules que dejan descubierta hasta la pantorrilla sus piernas torneadas, lustrosas y blancas». En cambio a las victorenses las encuentra extremadamente blancas, aunque por lo «común algo pálidas”.
Acerca de la canción El Cuerudo no se conoce el nombre del autor. Probablemente surgió a finales del siglo XIX o principios del XX, en el contexto de la construcción del Camino Real de Tula. Recordemos que los trabajadores de este tipo de obras, convivían en los campamentos a lo largo de la Sierra Madre donde, en cualquier momento algún trovador aficionado al canto y la guitarra, seguramente entonó los versos que al paso del tiempo fueron modificados.
Hace varios años, el musicólogo Omar Martínez Benavides, descubrió que la versión original se grabó en 1923 bajo el sello Columbia en Estados Unidos por el dueto Consuelo y Salvador Quiroz, acompañados con piano y guitarra. Para entonces la pieza era conocida a nivel regional. Sin embargo, quienes finalmente se encargaron de hacerla famosa en México, fueron Los Trovadores Tamaulipecos.
Dicho grupo estuvo integrado por José Agustín Ramírez, Lorenzo Barcelata, Ernesto Cortázar y Antonio García Planes, quienes recibieron el apoyo del gobernador de Tamaulipas y después presidente de la República Emilio Portes Gil para grabar la canción en El Cuerudo en 1929, en la misma disquera Columbia, acompañado en el violín por Ricardo Bell. En el sello de la empresa se menciona que Lorenzo Barcelata es autor de la canción. Vale decir que ambos discos, forman parte de la colección musical localizada en la Universidad de los Ángeles que se puede consultar en Internet.
El profesor Maurilio P. Nañez, quien se desempeñó de Director de Educación Pública en Tamaulipas durante el gobierno de Emilio Portes Gil, publicó en 1929 la tercera edición del libro Renovación -dedicado a los Centros Culturales y Bibliotecas de Obreros y Campesinos-, donde consigna algunas lecciones sobre la vida cultural, económica, geográfica y educativa. En una de sus páginas la letra de la canción El Cuerudo. Probablemente es la primera versión escrita que se registra.
En la interpretación del actor y cantante Salvador Quiroz, quien participó en la película Los Tres Huastecos (1948) con Pedro Infante, la letra menciona claramente que el cuerudo iba: De Tula para Jaumave,/me encontré con un ranchero,/traiba su cuaco retinto,/iba vestido de cuero,/le pregunté pa’ donde iba,/y haciéndose el retozón,/voy pa’ Jaumave me dijo,/a dar vueltas a mi amor. Contrario a la interpretación posterior, donde señala que se traslada a Victoria «a darle vueltas a mi amor.»
En este sentido debemos considerar que en ese momento el jefe político del estado era Emilio Portes Gil y los cantantes consideraban algunas recomendaciones, por ejemplo modificar la letra de este tipo de canciones, porque él era originario de Ciudad Victoria. Recordemos que lo mismo sucedió con el Himno a Matamoros, que por sugerencia de Portes, terminó por convertirse en Himno a Tamaulipas
Las variantes entre la primera y posteriores grabaciones que a lo largo del tiempo han realizado numerosos artistas entre ellos Francisco Flores, Lorenzo de Monteclaro, Las Hermanas Huerta, Juan Montoya, Los Trovadores Tamaulipecos y muchos más, se pueden apreciar claramente por separado en las tres versiones que se conocen de la letra.
El Cuerudo (1)
Autor: Anónimo
Intérpretes Salvador y Consuelo Quiroz
De Tula para Jaumave,
me encontré con un ranchero,
traiba su cuaco retinto,
iba vestido de cuero,
le pregunté pa’ donde iba,
y haciéndose el retozón,
voy pa’ Jaumave me dijo,
a dar vueltas a mi amor.
De Tula para Jaumave,
me encontré con un ranchero,
traiba su cuaco retinto,
iba vestido de cuero,
le pregunté pa’ donde iba,
y haciéndose el retozón,
voy pa’ Jaumave me dijo,
a dar vueltas a mi amor.
Y ¡ay! que chula es mi morena,
como la voy a besar,
ya luego nos casaremos,
aunque sea en Tamatán ¡ay!
Y ¡ay! que chula es mi morena,
como la voy a besar,
ya luego nos casaremos,
aunque sea en Tamatán ¡ay!
Y alegre se fue cantando,
por el filo de la sierra,
Tamaulipas es mi tierra,
para el que lo ande negando,
y si alguno no le gusta,
pos que lo venga arreglar,
que el cuerudo de mi tierra,
nunca se sabe rajar.
El Cuerudo (2)
Versión recogida por Maurilio P. Máñez
Yendo de Tula a Jaumave,
me encontré con un vaquero,
que iba en su cuaco retinto,
y muy vestido de cuero.
Le pregunté para donde iba,
y haciéndose el «retozón»,
voy pa’ Victoria me dijo,
a darle vueltas a mi amor.
¡Ah! que chula es mi morena,
cómo la voy a besar
¡…y después nos casaremos,
aunque sea en Tamatán!
Y alegre se fue cantando,
por el filo de la sierra,
Tamaulipas es mi tierra,
para el que lo ande dudando.
Y si alguno no lo cree,
pues que lo venga arreglar,
que el cuerudo de mi tierra,
¡nunca se sabe rajar!
El Cuerudo (3)
Las Hermanas Huerta
Yendo de Tula a Jaumave,
me encontré con un ranchero,
iba en su cuaco retinto,
todo vestido de cuero,
le pregunté pa’ donde iba,
y haciéndose el retozón,
voy pa’ Victoria me dijo,
a darle vueltas a mi amor,
voy pa’ Victoria me dijo,
a darle vueltas a mi amor.
Ay que chula es mi morena,
cuando lo llevo a pasear,
ya luego nos casaremos,
en mi lindo Tamatán.
Y alegre se fue cantando,
por el filo de la sierra,
Tamaulipas es mi tierra,
para el que lo ande dudando,
y si alguno no le cuadra,
que me lo venga a decir…
que el cuerudo de mi tierra,
nunca se sabe rajar,
que el cuerudo de mi tierra,
nunca se sabe rajar.
Ay que chula […] etc…