El neumólogo Marco Hugo Sánchez Bustillos, jefe de Servicio de Medicina Interna del IMSS, manifiesta que ser padre y ejercer la medicina es complejo, más en tiempos de la emergencia sanitaria del Covid-19, cuyo virus también ha hecho estragos en su gremio. “Salgo de la casa cuando mis hijos están dormidos.
Mi jornada inicia a las seis de la mañana y concluye a las 12 de la tarde o hasta que se resuelva lo que se tenga que resolver en el hospital. De ahí procuro ir a la casa a comer y dedicar por lo menos media hora a mis hijos; posteriormente atiendo la práctica privada, para regresar a las 10 o 12 de la noche.
“Cuando regreso me quieren abrazar, pero les pongo un alto para que me esperen a que me quite la ropa y me bañe. Ellos saben que esa pausa la hago porque los estoy protegiendo”, indicó en este día en que se celebra el “Día del Padre”.
El médico tiene tres hijos, uno de ocho años y gemelos de 12. Todos hombres, que comprenden su responsabilidad como médico neumólogo, más en estos tiempos de atención a pacientes diagnosticados con coronavirus.
“Ellos están interesados de cómo estamos combatiendo el Covid-19. Para ellos su papá está peleando contra este virus, lo cual los emociona. Tengo todo el apoyo de ellos: uno tiene que ser congruente con lo que lo que eligió, y yo decidí ser médico y enfrentarme a las enfermedades. Por otra parte, diversos especialistas explican cómo sobrellevar el duelo a las familias que han perdido a sus seres querido en tiempos de Covid-19.
Aspectos como la imposibilidad de un contacto físico para recibir o dar consuelo cuando un ser querido muere, o de la experiencia física que permite asumir el evento como real y superarlo, son situaciones inéditas que han caracterizado este período, apuntaron.
“Afrontar la muerte de un familiar y vivir el duelo, puede ser traumático debido a la falta de una despedida física, pues añade dolor y complica que el ciclo de aceptación concluya correctamente”, expusieron los expertos en tanatología en el programa “Saludable Mente”.
María Inés Orendain Corvera, socia fundadora del Centro Tanatológico de Chihuahua, expuso que el miedo a la muerte es natural, pero hay que considerar que es un evento que algún día se va a presentar.
“La muerte tiene muchas formas de acercarte a ella y esto se tiene que aceptar como parte de la vida, y uno de los factores que más afectan, es no poder despedirse del ser querido, lo cual se acrecienta en escenarios como el que actualmente enfrentamos, y si el fallecimiento fue por Covid-19”, resalta.
Además, otro de los problemas emocionales que se presentan en esta pandemia y que hace este proceso más difícil, son las restricciones físicas en los funerales, por evitar que haya una cercanía con familiares y amistades que también sufren la pérdida.
Para Patricia Hernández Granillo, responsable de Salud Pública del Instituto Chihuahuense Mental (Ichisam), dice que la naturaleza del ser humano es tratar de ocultar lo que no entiende, como si por no nombrar las cosas que nos suceden dejaran de existir.
Enrique Tapia Ortega, responsable de Enseñanza y Capacitación del Ichisam, dijo que otra característica de vivir un duelo en el confinamiento, es la dificultad para asumirlo como real, ya que al no haber podido estar cerca de la persona en sus últimos momentos ni participado en el adiós a la vida, hará más largo el proceso de aceptación emocional y mental, concluyó.
