Rubén Jasso.-
Con los recuerdos frescos en su memoria, como si hubieran sucedido hace poco tiempo, Víctor Zúñiga, reconocido pelotero en el beisbol y softbol, recuerda sus años gloriosos en su juventud, y como se le abrieron puertas en otras latitudes gracias a las virtudes que mostraba desde muy pequeño.
“Iniciamos a los nueve años con el equipo de los Venados, bajo las órdenes de Guadalupe Reyes y Héctor Carrizales, salíamos a jugar a los ejidos nada más, porque no había una Liga”, relata.
Pocos años después, tuvo la oportunidad de jugar con otros talentosos niños del Barrio El Pitayal de esta Capital, dejando una muy buena impresión entre quienes lo veían jugar al beisbol.
“A los 12-13 años ya estaba en la Secundaria y entré a jugar la Unión de Obreros en el Ramo de la Construcción en El Pitayal, ahí estaba el ‘burras pintas’, la ‘linda’ Vázquez, eran puros apodos”, dice con humor.
El ahora veterano pelotero recuerda cuando empezó a entrenar de lleno con el profesor Carlos Benavides Peña, a quien siempre ha considerado como su gran maestro, al que le aprendió bastante.
“Empecé a entrenar durísimo con él, empezamos un torneo de Primera Fuerza y luego nos fuimos a jugar el torneo de la Liga Cañera y del Golfo de Las Huastecas, jugábamos contra equipos de Tamazunchale, Río Verde, Tamuín, Ébano…”, recuerda.
Para ese entonces ya defendía al equipo de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), además de que también participaba en ese torneo un equipo de la Secretaría de Obras Públicas, también de Victoria, y los conjuntos de la urbe cañera, Mante Irrigación y Cooperativa Mante.
“Estaba fuertísima esa Liga, pero ahí terminamos campeones hace 53 años y ese es uno de los más grandes logros que se ha obtenido, porque aquella Liga era de lo mejor”, recuerda.
Víctor Zúñiga trae a su mente también que cuando tenía 14 años y once meses se disputó un juego de estrellas en el Parque Praxedis Balboa, que aún no estaba completamente terminado, pero recuerda perfectamente que él fue el primer pelotero en echar la pelota fuera de ese escenario, con un tremendo “jonrón” que le valió la admiración de todos los presentes.
Gracias a sus virtudes, tuvo la fortuna también de que un famoso pelotero de aquellos años, Vinicio García, le abriera las puertas de un equipo en Veracruz, pasando después a un conjunto de Nogales, aunque por su corta edad los entrenadores de aquel entonces le recomendaron que regresara a esta Capital a seguir preparándose.
Y aunque ya no regresó a aquellos equipos, para Víctor Zúñiga fue una gran enseñanza y lo que hizo fue redoblar esfuerzos para consolidarse como un destacado pelotero en esta Capital y en la zona centro del estado, sumando bastantes éxitos no solo en el beisbol, también en el softbol, guardando hasta la fecha grandes historias junto a excelentes peloteros que han engrandecido el deporte de la pelota “caliente” y “blanda” en Tamaulipas.