El nuevo récord diario de contagios en Estados Unidos, con casi 40.000 nuevas infecciones en las últimas 24 horas, ha puesto en alerta a las autoridades federales y estatales del país, que empezaron a tomar medidas para frenar la propagación del coronavirus y a considerar otras estrategias.
Mientras que en los estados que más casos tuvieron al inicio de la pandemia el número de contagios sigue decreciendo, en lugares como California, Texas, Arizona y Florida las cifras de infecciones han crecido sustancialmente en los últimos días.
Para hacer frente a esta situación, varios gobernadores han expresado ya su intención de limitar las congregaciones sociales, ordenar el uso obligatorio de mascarillas en público y plantearse la opción de volver a dictar una orden de confinamiento, entre otras medidas, y la Casa Blanca está estudiando nuevos métodos para hacer pruebas.
CIERRES Y RESTRICCIONES EN BARES
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ordenó este viernes el cierre obligatorio de bares, mientras que su colega y copartidario en Florida, Ron DeSantis, prohibió con efecto inmediato servir bebidas alcohólicas en esos sitios, además de nuevas restricciones a otros negocios que los dos mandatarios estatales consideran que están vinculados al resurgimiento del virus.
La prohibición de vender alcohol en Florida se produce cuando el estado informó hoy de 8.942 nuevos casos de COVID-19, casi doblando el récord anterior de 5.508 establecido hace dos días, según el Departamento de Salud del estado.
Por su parte, Texas registró cerca de 6.000 nuevos casos, principalmente repartidos en las ciudades más grandes del estado: Houston, Austin y San Antonio.
«En este momento, está claro que el aumento de casos se debe en gran medida a ciertos tipos de actividades, incluidos los tejanos que se congregan en bares», señaló Abbott en un comunicado.
Texas, Florida, California y Arizona representaron casi la mitad del récord de 39.972 casos confirmados del coronavirus, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
NUEVA ESTRATEGIA PARA MEJORAR LOS TESTS
En este contexto, el Gobierno de Estados Unidos estudia cambiar su estrategia y empezar a realizar las pruebas de detección de COVID-19 por grupos, y no individualmente, para acelerar la identificación de casos haciendo menos análisis.
La estrategia, que consiste en realizar una sola prueba sobre las muestras de un conjunto de personas, y hacerlas individuales solo si se confirma que en el grupo hay un positivo, fue desvelada por el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, en una entrevista publicada hoy por The Washington Post.
Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo que los responsables de salud del Ejecutivo del presidente Donald Trump mantienen «discusiones intensas» sobre la instauración de estas «pruebas de grupo» para agilizar el sistema.
El procedimiento permitiría evaluar a más personas con menos recursos y aislar rápidamente los casos sospechosos desde la detección de la presencia del coronavirus en el grupo.
«Algo no funciona. Quiero decir, puedes hacer todos los diagramas que quieras, pero algo no funciona», dijo Fauci al Post sobre el sistema actual de pruebas individuales sobre los casos sospechosos, con criterios que varían dependiendo de los distintos estados.
ALERTA ENTRE LOS JÓVENES DE CALIFORNIA
La situación de los contagios es especialmente alarmante entre los jóvenes de California, ya que, hasta el miércoles, el 56 % de las personas diagnosticadas con COVID-19 tenían entre 18 y 49 años, aunque solo representan el 43,5 % de la población del estado, según datos dados a conocer este viernes.
Esa cifra ha aumentado constantemente durante todo el brote, pero creció bruscamente en las últimas semanas.
Mientras tanto, las personas mayores de 65 años, que representaban al inicio de la pandemia casi una cuarta parte de las pruebas positivas por la enfermedad, ahora forman menos del 15 % de los contagios, aproximadamente en línea con su proporción de la población.
A nivel de contagios, el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, anunció en una rueda de prensa este viernes que 4.890 personas resultaron positivas en el coronavirus durante las últimas 24 horas, mientras que las hospitalizaciones crecieron un 3 %.
Con 2,4 millones de casos, Estados Unidos es el país con una mayor incidencia de contagios de COVID-19 del mundo, que ya ha ocasionado 124.749 muertes en el país, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.