México, 4 jul (EFE).- Con un mercado potencial de 18 mil millones de dólares tan solo en el territorio nacional, empresarios han pedido al Gobierno mexicano que aproveche la oportunidad del cannabis con el nuevo tratado comercial de Norteamérica (T-MEC) para superar la crisis económica.
Ante este escenario, Erick Ponce creó el Grupo Promotor de la Industria del Cannabis (GPIC), que aglutina a más de 25 empresas que están listas para aprovechar el panorama económico que abrirá el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
«Da una oportunidad para que México pueda ser proveedor de la materia prima, es mucho más barato tanto la mano de obra como el tema de cultivo al aire libre en México. En Estados Unidos y Canadá es mucho más complicado», comenta en entrevista Ponce, quien también es director ejecutivo de la firma ICAN.
El Gobierno de México considera al T-MEC, en vigor desde el 1 de julio, como una palanca para superar la crisis de la COVID-19, al afianzarlo en un mercado de 492 millones de personas, un PIB de 25,9 billones de dólares y un intercambio comercial de 1,17 billones de dólares, según la Secretaría de Economía (SE).
El presidente del GPIC urge al país a aprovechar que en Canadá y en algunas zonas de Estados Unidos la marihuana ya está regulada, por lo que México podría crear una industria que manufacture medicamentos, cosméticos, suplementos alimenticios y hasta textiles derivados del cannabis y el cáñamo.
«La gran ventaja es que estamos hablando de una industria que en este momento no existe o no está formalizada, o sea no está generando dinero fiscalizable, entonces al momento de entrar en un mercado regulado que pueda tasar, obviamente esto generará algo nuevo», argumenta Ponce.
AVANCE CONTRARRELOJ
Para 2028, el mercado cannábico nacional puede alcanzar un valor de 2.000 millones de dólares, con 67 % de la rama médica y 33 % recreativo, expone Enrico Robles, director de inteligencia de Endeavor México, asociación que fomenta el emprendimiento.
Según el experto, se calcula que hay unas 500.000 personas involucradas en el cannabis en México, considerado el segundo productor más grande del mundo con hasta 27.000 toneladas al año, basándose en los datos de la ONU y la Agencia de Control de Drogas de estadounidense (DEA).
Además, añade, México podría reducir hasta en 95 % el costo de los productos derivados del cannabis que se comercializan en Norteamérica.
Por ello, enfatiza el potencial de la industria en México, que ya tiene ventas por 50 millones de dólares en la parte medicinal regulada.
“México puede ser un líder en el tema de cannabis a nivel mundial, creemos que ya vamos rezagados con tantos países, estamos justo en ese punto de inflexión y en el momento ideal con esta contracción económica que se está viviendo», señala.
El especialista recuerda que el Congreso mexicano tiene como límite el 15 de diciembre para regular la marihuana por un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que considera anticonstitucional su prohibición.
El Senado aprobó en comisiones un primer dictamen en marzo pasado, aunque tiene limitaciones, advierte Robles.
«No es el dictamen ideal, probablemente no es la regulación ideal, pero lo importante es empezar y no nos podemos detener hasta tener la regulación perfecta, sino creemos que debemos tener una regulación, empezar y eso nos va a dar mayor certidumbre», afirma.
APROVECHAR EL POTENCIAL
El presidente del GPIC cita la protección de la economía local, el fomento del cultivo en México, la integración vertical y la inversión extranjera como elementos necesarios.
«El rol de México es uno de producción tentativamente cuando se abra la legislación y por supuesto el tema de manufactura», indica Ponce.
El experto de Endeavor señala la urgencia de discutir el tema, pues al principio Estados Unidos y Canadá podrían adoptar medidas proteccionistas por las ventajas que tiene México.
«Al principio va a ser muy difícil vender estos productos o exportarlos, si no se establecen claramente en el tratado de libre comercio, y también pudiera haber un aspecto proteccionista», concluye.