marzo 28, 2024
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julio 13, 2020 | 543 vistas

Valeria Maldonado.-

La Capital del estado poco a poco ha empezado a tomar relevancia en el tema del séptimo arte, esto gracias al talento, trabajo y sobre todo disciplina de muchos amantes del cine, que se han enfocado en demostrar que no hay lugar ni historia pequeña. Para conocer un poco más del cine local, hablamos con el cineasta victorense Alejandro Márquez García.

El también guionista y productor tuvo una plática con nosotros (muy interesante y llena de detalles relevantes para quienes desean entrar en el mundo del cine) en las primeras semanas de cuarentena, y en esta ocasión dejamos algunas de las cosas más relevantes de esa conversación.

 

¿Quién es Alejandro Márquez?

Mi nombre es Alejandro Márquez García, tengo 31 años, soy de aquí de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Soy orgullosamente tamaulipeco y soy licenciado en Ciencias de la Comunicación, estudié en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Intento ser cineasta, director de cine independiente y el gusto por el cine lo he tenido desde niño, aunque no puedo decir que desde niño quería ser director de cine, porque a esa edad no sabía que existía esa profesión. Pero siempre tuve esa necesidad y ese gusto por crear historias.

 

¿Qué es lo que más te gustaba o gusta del cine?

Antes, cuando se rentaban las películas en VHS o DVD, había una parte en donde venía el detrás de cámaras, el cómo se hizo, y a mí me encantaba ver eso. Me gustaba mucho poder ver cómo hacían las películas que veía, saber qué se necesitaba para contar una historia.

Desde niño me preguntaba por qué los directores de cine eran “viejitos”, algunos como Stanley Kubrick, Steven Spielberg o Martin Scorsese, que desde que recuerdo eran “viejitos”, y ahora me doy cuenta de que es porque para ser director tienes que saber mucho.

 

¿Cómo empezaste a prepararte para ser cineasta?

Entré a la universidad, a la cual entré porque en el folleto de las materias decía que en séptimo semestre me iban a enseñar la materia de cine. Y decidí entrar a Ciencias de la Comunicación solo por eso; ahí conocí a gente maravillosa y muy talentosa, como Judas Mirafuentes, que empezó un proyecto de un club de cine.

Fue en ese club de cine en donde terminé de enamorarme de este arte, lamentablemente él (Judas) fallece y yo retomo ese bonito proyecto formando un taller de cine llamado “Encuadre”, a partir de ahí todo lo que siguió fue un efecto dominó, porque salieron oportunidades de ir a cursos, a talleres, de seguirnos preparando, de participar en concursos y festivales y de conocer a más gente.

 

¿Cómo inició ese club de cine?

Surgió de parte de Judas Mirafuentes, en ese entonces se llamada “Ojo mecánico” en honor a “Naranja mecánica” de Kubrick, que era su película preferida. Después de eso yo hablo con amigos como Luis Antonio Sánchez, quien de inmediato apoyó el proyecto, al igual que otros amigos como Orlando Iram y Daniel Morales, entre otros, y juntos creamos ese club.

 

¿Qué diferenciaba a “Encuadre” de otros clubes de cine?

Ya había varios talleres de cine en la Capital y en otras universidades, pero eran más sobre apreciación fílmica, pero nosotros no solamente queríamos eso, también queríamos práctica, queríamos empezar a experimentar un poco con la cámara, empezar a producir nuestras propias historias.

Con el paso de los años, el taller dejó grandes sorpresas y talentos, como Selene Rodríguez, Natalia Guillén o Adrián Pérez Barrón, que hicieron cortometrajes que ganaron premios nacionales, siendo la primera vez que Tamaulipas entraba al concurso, en donde ellos ganaron el segundo lugar… eso fue un gran indicio de que las cosas se hicieron bien.

 

¿Qué representa el cine para ti?

El cine es un arte completo, en él puedes encontrar pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, danza, todas las artes combinadas las puedes encontrar en el cine. Para mí en lo particular, el cine es el arte más completo y es el que más me llena. Tanto como espectador como creador.

Conectar con la gente a través de una historia, se genera esa empatía contigo de sentir ciertas emociones, con eso te puedes dar más que bien por servido. El cine me ha dado la oportunidad de crear cortometrajes en donde quiero expresar soledad, empatía y solidaridad, y que las personas que los ven me digan que sintieron justo lo que yo quería transmitir, eso para mí vale más que cualquier premio.

 

¿Ser cineasta o buscar serlo es un camino difícil?

No me gusta decir la palabra difícil, porque es como un candado psicológico, pero podemos decir que es complicado. Cuando empecé a hacer cortometrajes tenía 19 años, entonces mucha gente no te toma en serio y no los culpo. Ciudad Victoria es una tierra virgen todavía, hablando de cine, aunque en los últimos diez años ha habido una gran mejoría.

Ha sido complejo a veces convencer a la gente de que esto no es una broma, de que en verdad se puede hacer mucho con esto, pero creo que eso le ha dado más valor. Y así como me topé con gente que no confía en esto, me he topado con gente maravillosa que sí le gusta y le apuesta a todo esto.

 

 

¿Cómo te has preparado profesionalmente?

Dentro de la comunicación debemos estarnos preparando siempre, porque lo que era innovador hace dos años ahorita ya es viejo. En mi preparación, por ejemplo, fui a un masterclass con Diego Luna sobre preparación actoral, otra con Demián Bichir, a talleres de documental, de fotografía, de cine y dirección actoral, uno nunca termina de aprender.

 

¿Te dedicas a algo más a parte de tu carrera como director?

Actualmente soy maestro de cine en la Universidad La Salle, en el CBTis número 24. Estas instituciones confiaron en mí para enseñar algo de lo que sé y no puedo pararme a echar mentiras. Por eso tengo que estar constantemente preparado, no puedo llegar a decirles que una película es buena nada más porque sí, debo tener bases y conocimiento previo.

 

¿Has realizado algún largometraje?

Hasta ahora no, pero está en mis planes a futuro si todo sale bien, cuando pasemos de esta situación de salud que estamos pasando. En cuestión de cortometrajes he realizado cuatro, he hecho muchos ejercicios, pero cortometrajes en forma, de manera profesional, tengo cuatro: “La última gardenia”, “Gloria”, “Huellas” y “Efecto”, que está en festivales.

 

¿Qué representa para ti, como victorense, estar nominado en festivales?

Que te hablen y que te digan que estás nominado o estar en selección oficial es una satisfacción tremenda, para uno como victorense, como tamaulipeco, como mexicano, ver tu nombre al lado de otros países es una satisfacción enorme, se gane o no. Y es un logro también del equipo de producción, porque sin ellos no se hace nada.

El camino para Alejandro Márquez, dentro del séptimo arte, es uno que aún está labrando, pues, aunque ya ha alcanzado varios reconocimientos por sus cortometrajes a nivel nacional e internacional, sabe que aún hay muchas historias por contar y mucho que mejorar como cineasta, pues dentro de este arte nunca se deja de aprender.

De igual manera, aconsejó a quienes estén interesados en el séptimo arte no dejar de buscar oportunidades, ya que desde su punto de vista en muchas ocasiones la disciplina es más importante que el talento. Indicó que no solo basta con tener pasión por la cámara o la dirección, sino también ser perseverantes y no desistir, pues hacer cine, y más de manera independiente, requiere de un trabajo constante.

  • Top 5 de directores favoritos: Quentin Tarantino, Darren Aronofsky, Stanley Kubrick, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu.
  • Filmografía: “Harto” (2010), “Beso y Castigo” (2011), “Cierta ficción” (2012), “Óbolo” (2013), “Huellas” (2014), “Probo” (2015), “La última gardenia” (2016) y “Gloria” (2018)

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