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julio 28, 2020 | 141 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Sergio Muñiz Martínez es pescador, vive en una comunidad adelante de la Laguna Madre, en la playa La Carbonera, municipio de San Fernando; es padre de tres hijos, el más pequeño se llama Felipe de Jesús, tiene siete años y actualmente enfrenta una reacción adversa al tratamiento de leucemia en el Hospital Infantil.

Sergio cuenta que el niño de bebé padeció de los bronquios, pero nada relacionado con la leucemia a la que hoy le hace frente y que le diagnosticaron hace apenas unas semanas.

El niño estuvo internado en el Hospital Infantil más de un mes, hace una semana lo trajeron a la Capital porque “el medicamento le quemó” y le provocó ámpulas en el interior del cuerpo y en la boca, explicó el señor que desconoce a ciencia cierta lo que le está pasando a su hijo.

Sin embargo, centra sus oraciones en la sanación de su hijo que es su prioridad, inclusive por ahora no le da la claridad para tomar la decisión de que se abra una investigación, puesto que una de las doctoras que le recibieron le dijeron que tenía que ver con una mala prescripción.

Al hablar con él su voz se quiebra y ¿cómo no?, si ve la gravedad en Felipe quien además de las lesiones, ahora se le puso la piel oscura y tiene llagas, no puede comer y le arde su piel.

El niño está consciente y negó que lo hayan inducido a coma, tal y como se difundió en redes sociales.

Actualmente el niño sigue luchando por salvar la vida mientras que los padres estiran el poco recurso que tienen, por ahora no pidieron dinero sino solamente sangre y plaquetas pues están obligados a reponer las unidades que le han sido suministradas al niño.

Y aunque no lo pidieron, esta familia puede recibir donativos vía depósitos a Oxxo a nombre del señor Sergio Muñiz Martínez, cuyo número de contacto es el 868-108-55-77.

En la Capital no cuentan con familiares y solamente están recibiendo ayuda en el albergue, donde pasan la noche para estar al pendiente y atender a su hijo por las mañanas y en el transcurso del día.

 

EL DATO

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer es la segunda causa de muerte en niños mayores de un año, superada sólo por los accidentes.

Han dicho que al año hay una incidencia de 12.45 por cada cien mil niños menores de 15.

En los años recientes ese organismo ha registrado avances muy importantes en el tratamiento del cáncer infantil.

Por ejemplo, refieren que la leucemia aguda, una enfermedad que hasta hace 30 años era considerada inevitablemente fatal, con algunas remisiones temporales que después no podían mantenerse. En la actualidad la leucemia aguda linfoblástica, la variedad más frecuente en la infancia, tiene una sobrevida a cinco años que supera el 70 por ciento, lo que implica que la mayoría de los pacientes pueden curarse definitivamente.

No obstante observan que la demora en la remisión de un paciente con cáncer y la iniciación tardía o suspensión del tratamiento pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Dichas demoras se pueden producir desde el reconocimiento de los síntomas por parte de los padres o incluso por la demora de la respuesta del personal médico y de enfermería.

Realmente, destacan, la responsabilidad es de todos por lo que exhorta a que la demora no se genere en los servicios de salud, máxime que aceptan que la gran mayoría de los errores en el diagnóstico se deben a la falta de una historia clínica y un examen físico completos, así como a la equivocación común de no tomar en cuenta (o no darle la importancia que merece) a algún síntoma que los padres relatan.

La leucemia es un grupo de enfermedades malignas que provoca un aumento no controlado de glóbulos blancos en la médula ósea. Es el cáncer más común en los niños y se cura en el 90 por ciento de los casos. Los síntomas son inespecíficos como, cansancio, desgano, dolores óseos (muchas veces son el único síntoma), excesiva sudoración nocturna.

La Secretaría de Salud de Tamaulipas reconoce que el cáncer infantil “es una enfermedad que duele como sociedad, que lastima como seres humanos porque vulnera a nuestras niñas y niños, pero que puede ser curable, hasta en un 90 por ciento, si se diagnostica y se trata a tiempo”.

Resaltan que un niño o una niña deben estar jugando, aprendiendo, soñando y creciendo. “Hagamos de la prevención y de los hábitos saludables, un estilo de vida, pero sobre todo, hagámoslo por nuestros hijos, porque son el futuro de Tamaulipas y de México”, señala en su sitio oficial de Internet.

Los cánceres más frecuentes en infancia y adolescencia son:

Las leucemias: Leucemia Linfoblástica Aguda, le sigue la Leucemia Mieloide Aguda, y la Leucemia Granulocítica.

Los Linfomas: El más frecuente es el Linfoma de Hodgkin, en segundo lugar el Linfoma No Hodgkin.

Tumores del Sistema Nervioso Central: el más frecuente es el Astrocitoma, el Meduloblastoma, el Glioma, el Ependimoma, y el Tumor Neuroectodérmico Primitivo y Sarcomas de Partes Blandas: el más frecuente es el Rabdomiosarcoma.

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