La explosión registrada en el puerto de Beirut el pasado 4 de agosto tendrá un costo en daños de hasta cuatro mil 600 millones de dólares, así lo estimó el Banco Mundial (BM).
También tildó de “esenciales” la ayuda internacional y la inversión privada para el Líbano.
El Líbano está sufriendo una de sus peores crisis en 100 años.
Las pérdidas estimadas entre tres mil 800 millones de dólares y cuatro mil 600 se enfocan en daños en las propiedades físicas, mientras que las pérdidas en los sectores económicos se estiman en dos mil 900 y los tres mil 500 millones de dólares.
Los sectores más afectados son la vivienda, el transporte y los bienes culturales.
El BM comunicó que la llamada Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (RDNA, en inglés) se realizó con la colaboración de la ONU, la Unión Europea, el gobierno del Líbano y su sociedad civil, entre otros.
Por su parte el presidente libanés, Michel Aoun estimó en primeras cifras, que la explosión tuvo un costo de pérdidas de 15 mil millones de dólares.
El Banco Mundial llamó a la reconstrucción del Líbano “basada en los principios de transparencia, inclusión y rendición de cuentas para satisfacer las demandas y aspiraciones de los libaneses”.
El costo estimado para la reconstrucción y recuperación del sector público de este año y el próximo se estiman entre mil 800 millones de dólares y dos mil 200.
La explosión dejó 190 muertos, más de seis mil 500 heridos y 300 mil personas sin hogar.
El BM calcula que los efectos de la explosión son: “pérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción del capital físico, interrupciones comerciales y pérdidas de ingresos fiscales para el Gobierno”.
El Líbano ya se encontraba en varias crisis antes de la explosión, las que solo se agravarán.
“El desastre no solo exacerbará la contracción de la actividad económica, sino que también empeorará las tasas de pobreza, que ya estaban en el 45 por ciento de la población justo antes de la explosión”, se asegura en el comunicado.
El Líbano sufre su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990) con la pérdida de valor de su divisa local y la pandemia del covid-19.
Para finalizar el BM recomendó reconstruir en un marco de reforma, recuperación y reconstrucción que se enfoque en las necesidades de las personas, en particular los pobres y los más vulnerables y previniendo la corrupción de las elites.
Y se hizo hincapié en lo esencial de la ayuda internacional y la inversión privada en la completa recuperación y construcción del Líbano.
Con información de: lopezdoriga.com