MOSCÚ, 31 ago (Reuters) – Un pequeño sindicato de profesores independientes rusos está exhortando a sus miembros a no ser obligados a recibir inyecciones de la vacuna contra el coronavirus “Sputnik V”, que será obligatoria para el personal militar.
Las clínicas de Moscú comenzaron a recibir la semana pasada suministros de la vacuna, que ha sido aprobada para su uso dentro de Rusia, a pesar de que los ensayos finales de la Fase III, que involucran a unas 40.000 personas, comenzaron recién el miércoles pasado.
Desde septiembre, los médicos y profesores estarán entre los primeros a los que se les ofrecerá la vacuna de forma voluntaria, han dicho autoridades, una disposición que cuenta con el apoyo del presidente Vladimir Putin.
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, ha dicho que las inyecciones de la vacuna serán obligatorias para el personal militar.
Como las escuelas rusas reabrirán el 1 de septiembre, luego de permanecer cerradas desde marzo, el sindicato de profesores Uchitel ha lanzado una petición en línea contra la aplicación obligatoria de la vacuna a los profesores antes de que se completen los ensayos clínicos.
“Es posible que los directores de escuela estén bajo presión para que todos sean vacunados”, dice la petición.
Uchitel representa sólo a unos 700 de los 1,2 millones de profesores de escuelas de Rusia, dijo un funcionario de alto rango del sindicato, pero afirmó que casi 1.400 personas han firmado su petición.
El Ministerio de Salud dijo que la vacunación será voluntaria y refirió otras preguntas al Ministerio de Educación, que no respondió a una solicitud de comentarios.
La oficina del alcalde de Moscú dijo que cualquier ensayo se realizaría de manera voluntaria y que “no hay presiones sobre las escuelas y, por lo tanto, no hay medidas de castigo contra los profesores”. Uchitel es el único sindicato de profesores que se sabe que ha emitido una petición de ese tipo.