Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió a Kyle Rittenhouse, un joven que la semana pasada mató a dos manifestantes en Kenosha (Wisconsin), y confirmó que no piensa reunirse con la familia del afroamericano, cuyo caso provocó las protestas en esa ciudad, Jacob Blake.
Las declaraciones de Trump se produjeron horas antes de su visita de este martes a Kenosha, una localidad envuelta en tensión desde que el pasado 23 de agosto un policía blanco disparara siete tiros en la espalda a Blake, que quedó paralizado de cintura para abajo mientras se sucedían las protestas y disturbios en la ciudad.
Trump se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, un adolescente blanco de 17 años, al cual justificó, que se presentó en Kenosha armado con un fusil de asalto el 25 de agosto y mató a dos manifestantes además de herir a un tercero, hechos por los que se encuentra detenido y acusado de homicidio.
El Presidente norteamericano señaló que en el video se ve cuando él joven, simpatizante de Trump, trataba de escapar de los manifestantes que pedían detenerlo después de haberle disparado a Joseph Rosenbaum, se cayó y lo atacaron violentamente y que probablemente lo habrían matado.
El joven blanco Anthony Huber trató de golpear a Rittenhouse para quitarle el arma, pero el adolescente le dispara en el pecho y lo mata, además de herir en el brazo a un tercer manifestante, Gaige Grosskreutz.
Esta negativa de Trump de condenar las acciones de Rittenhouse llegó precisamente después de que criticara duramente a su rival en las elecciones de noviembre, el candidato presidencial demócrata Joe Biden, por supuestamente no haber condenado las acciones de las “turbas de izquierda” en las protestas contra el racismo.
El Presidente norteamericano no tuvo ninguna palabra de condena para los grupos de derecha que han acudido a las manifestaciones, como la de Portland, donde simpatizantes de Trump dispararon este fin de semana perdigones y balas de pintura a los manifestantes del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).
Trump recordó que durante esas protestas murió a tiros uno de sus simpatizantes, un hombre de 39 años que pertenecía a un grupo de derecha llamado Patriot Prayer y al que la Policía de Portland identificó este lunes como Aaron Danielson.
En un comunicado Biden condenó “la violencia de cualquier tipo por parte de cualquiera, ya sea de izquierdas o de derechas”, y retó a Trump a hacer lo mismo, pero el mandatario insistió en centrar todas las culpas en la oposición, a la que acusó de “alimentar la violencia” al “demonizar a la policía”.
Trump confirmó su visita este martes a Kenosha, a pesar de que tanto el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, como el alcalde de esa ciudad, John Antaramian, le habían pedido no trasladarse allí para no azuzar las tensiones en la localidad.
Kenosha se encuentra en uno de los estados que serán cruciales en las elecciones de noviembre, un territorio que Trump ganó por muy poco margen en 2016, y se espera que el mandatario repita allí su mensaje de “ley y orden”, convertido en bandera electoral.
Trump confirmó que no tiene planes de reunirse con la familia de Blake, el joven negro herido por la policía, porque esos familiares exigían tener a un abogado presente durante la conversación.
Con información de: lopezdoriga.com
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