Arnulfo Mata Huerta.-
Nacido en Puerto Rico, Roberto Enrique Clemente Walker fue un pelotero de grandes cualidades que jugó en “La Gran Carpa” por un periodo de 17 años, aunque también prestó sus servicios en la Marina de Estados Unidos.
Clemente fue un excelente jardinero derecho, considerado como uno de los mejores de la historia en las Grandes Ligas, aunque solo le dieron una vez el premio del Jugador Más Valioso en 1966.
Fue Roberto Clemente un digno representante de los jugadores latinoamericanos y que influyó mucho en la juventud de su país, además que era una persona que le gustaba ayudar a sus semejantes, perdiendo la vida en la labor que hacía de llevar ayuda a víctimas de un terremoto en Nicaragua en 1972.
Es por eso que en su honor se otorga el Premio Roberto Clemente para reconocer a quienes realizan labores en favor de la sociedad.
Aquí les presentamos algo de su carrera.
EL LATINO MÁS GRANDE EN LA HISTORIA DE LA MLB
Roberto Clemente Walker nació en el Barrio San Antón de Carolina, Puerto Rico, el 18 de agosto de 1934. Desde joven mostró gran talento como deportista, en especial como pelotero.
El 12 de septiembre del 1958, durante la temporada invernal, en vez de jugar pelota como solía hacer, Clemente ingresó a la Marina de Infantería de los Estados Unidos (Marine Corps)
Su entrenamiento básico fue en Parris Island, Carolina del Sur y duró seis meses. Clemente formó parte del tercer batallón de reclutas, específicamente del pelotón 346.
Tras terminar su entrenamiento básico pasó a la base Camp Lejeune en Carolina del Norte. Ahí fue entrenado para ser miembro de la infantería. Clemente sirvió como miembro activo de la Marina hasta 1959, luego sirvió como reservista de la misma hasta el 1964.
En el 1955, el puertorriqueño ingresó a Los Piratas de Pittsburgh y se mantuvo en ese equipo hasta el 1972. Durante ese tiempo logro dar 3,000 “hits”, algo que solo 32 jugadores han logrado hacer en los más de 130 años de la historia del beisbol. Clemente fue campeón de bateo cuatro veces, Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1966, ganó el Guante de Oro doce veces, y fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 1971.
Además, hoy día en las afueras de San Juan, Puerto Rico hay una estatua del pelotero en la entrada de la Ciudad Deportiva Roberto Clemente, el complejo deportivo con el que Clemente siempre soñó.