La historia de un robot con inteligencia artificial se popularizó, luego de que fue capaz de escribir un artículo de opinión argumentando las razones por las cuales no representa un peligro para la raza humana.
Sin embargo, lo que no fue tan difundido es el hecho de que el artículo publicado en The Guardian por el robot GPT-3 en realidad se trata de una selección de párrafos jerarquizados y editados por periodistas que laboran en dicho medio.
Es decir que, el robot GPT-3 escribió ocho textos distintos sin que uno de ellos satisficiera las necesidades editoriales de The Guardian y sus editores armaron el artículo final que fue publicado.
Cabe mencionar que, de acuerdo con información consignada en distintos medios, los editores de The Guardian que trabajaron con los textos de GPT-3 habrían revelado que les costó menos trabajo editar el texto del robot, que el de algunos de los escritos realizados por colegas humanos.