MÉXICO (AP).- La revista médica británica The Lancet publicó este viernes un artículo del periodista David Agren, en el que explora porqué –según un informe de Amnistía Internacional– han muerto más trabajadores de la salud en México que en cualquier otro lugar, pese a que las autoridades de salud sostienen que la tasa de mortalidad es menor a la de la población en general.
El escrito recuerda que sólo tres semanas después de que se registrara el primer caso de Covid-19 en México, personal de un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bloqueó una vía de la Ciudad de México, exigiendo suministros médicos y equipo de protección personal.
“Han seguido al menos 70 protestas, según un informe de seis exsecretarios de salud, con personal médico denunciando la escasez de suministros y pruebas, junto con la falta de infraestructura hospitalaria e incluso la formación adecuada”, indica el texto.
El periodista David Agren sostiene que la pandemia de covid-19 ha acumulado miseria en México, con más de 70 mil muertes, cifra solo superada por Estados Unidos, Brasil e India.
“El país ha seguido una estrategia de no realizar pruebas extensivas o de rastreo de contactos, sino monitorear la capacidad del hospital para informar la relajación de las restricciones: 97 mil 632 trabajadores de la salud mexicanos se infectaron entre el 28 de febrero y el 23 de agosto, según la Organización Panamericana de la Salud.
“El 2 de septiembre, la directora de la organización, Carissa Etienne, dijo que una encuesta encontró que casi la mitad de los trabajadores de salud mexicanos no recibieron equipo de protección especial”, dijo.
Además, un informe de Amnistía Internacional del 3 de septiembre señaló que, con mil 320 defunciones, habían muerto más trabajadores de la salud mexicanos a causa del Covid-19, que en cualquier otro país. Estados Unidos ocupó el segundo lugar con mil 77 muertes y el Reino Unido tercero con 677.
“La Secretaría de Salud mexicana no cuestionó las cifras, pero calificó la comparación con otros países como injusta, porque ninguno utilizó el mismo método para registrar las muertes”.
Refiere que el director de Epidemiología, José Luis Alomía, dijo que los trabajadores de la salud mexicanos con Covid-19 tenían una tasa de mortalidad de 3.8 por ciento, menor que la de la población general. Alomía refirió que habían muerto mil 410 trabajadores de la salud, de los que casi la mitad eran médicos.
“(Los trabajadores de la salud) ‘enferman menos gravemente y mueren menos que la población en general’, dijo Alomía. Si estos dos indicadores estuvieran por encima de lo que vemos en la población general, podríamos pensar que es un riesgo ser un profesional de la salud en México. Pero no lo es”, recuerda el periodista.
Brenda Crabtree Ramírez, médica e investigadora de enfermedades infecciosas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutricionales Salvador Zubirán, informó que los resultados preliminares de un estudio que utilizó datos de la Ciudad de México mostraron que los trabajadores de la salud morían de Covid-19 a una tasa menor que el de la población en su conjunto.
Sin embargo, los trabajadores de la salud mexicanos se infectaron en tasas mucho más altas que sus contrapartes en otros países.
Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional, sostuvo que México está “manteniendo un registro muy desagregado de las cifras de muertes de trabajadores de la salud.
En América, no todos los países están contando las muertes de trabajadores de la salud con el mismo detalle que México” y aseguró que Brasil está subestimando las muertes de trabajadores de la salud.
También, hace referencia a las condiciones laborales, ya que los sindicatos que representan a los trabajadores de la salud se mantienen callados sobre temas de seguridad en el lugar de trabajo y prefieren complacer al gobierno en lugar de atender las demandas de los miembros.
Refirió que los médicos en México tienen habitualmente múltiples trabajos, a menudo un puesto en una institución pública, aumentado por la práctica privada, lo que agrava los problemas de estrés y agotamiento.
Los salarios en los principales hospitales públicos de México rara vez superan los mil dólares mensuales (poco más de 21 mil pesos), y la mayoría de los médicos ganan sustancialmente menos.