México es un país con alta sismicidad debido a que se encuentra ubicado entre cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos, es por eso que ocurren muchos temblores.
El último sismo de magnitud mayor a 7 que se registró en el país fue el pasado 23 de junio con epicentro en Oaxaca, el cual se percibió en la Ciudad de México, Guerrero, Veracruz, Puebla, Chiapas y Morelos.
Pese a que es difícil cuantificar los sismos, en resumen se han registrado este año 22 mil 505 que pueden ser de muy pequeños a muy grandes y muchos de estos han sido en la Ciudad de México, informó Víctor Hugo Espíndola Castro, responsable del área de monitoreo del Servicio Sismológico Nacional.
En entrevista dijo que eso no quiere decir que estos sean todos los sismos que se generan en el país, «deben de ser mucho más, sólo que estos son posibles de localizar».
Destacó que la mayor parte de los sismos se producen al sur del país debido que ahí convergen la Placa de Cocos, la Placa de Norteamérica y la Placa del Caribe y debido a la interacción se genera energía que es liberada después en forma de ondas que producen los movimientos telúricos.
«Existen estudios de la velocidad de la penetración de la Placa de Cocos con la Placa Norteamericana que puede variar, dependiendo de la latitud, sin embargo, existen periodos muy largos de recurrencia sobre el movimiento de las placas y pueden pasar décadas y décadas para la ocurrencia de un sismo en un mismo lugar», informó.
Después del sismo del 23 de junio, la NASA desarrolló un mapa satelital que revela que la superficie terrestre se movió casi medio metro en la zona del epicentro.
Sin embargo, Espíndola Castro aseguró que no es que por el sismo se haya provocado el desplazamiento, sino que por el desplazamiento se provocó el sismo.
«Como se están moviendo las Placas de Cocos y la de Norteamérica en la zona de subducción, las placas están moviéndose continuamente una fracción de cinco o seis centímetros por año y el material se va deformando y cuando ya no soporta tanta fricción por el movimiento surge a lo que se le llama un rebote elástico y es por eso que los expertos de la NASA dicen que se movió, y esa deformación se dio por el almacenamiento de energía», destacó.
Con información de: milenio.com