LA HABANA (AP).- Cuba confirmó que su brigada médica de despliegue internacional Henry Reeve fue “nominada formalmente” al Premio Nobel de la Paz, todo esto mientras las autoridades de la isla informaron que en las últimas horas se contabilizaron dos fallecidos por el nuevo coronavirus, con lo cual esa cifra se elevó a 122 en seis meses de epidemia.
“Cuba ante el mundo: médicos y no bombas. El Consejo Mundial por la Paz registró formalmente la candidatura del contingente médico cubano Henry Reeve, al Premio Nobel de la Paz”, informó a través de Twitter el presidente de ese país, Miguel Díaz- Canel.
Esa brigada fue creada el 19 de septiembre de 2005 para auxiliar a Estados Unidos tras los estragos del huracán Katrina y hoy participa en la lucha contra la Covid-19 en 46 países de Europa, África, Medio Oriente y América.
En carta enviada al Comité Nobel de Noruega, el Consejo Mundial de la Paz con sede en Helsinki, Finlandia, resaltó los desafíos para la humanidad que significa el nuevo coronavirus y el rol esencial de la solidaridad internacional para su contención.
“Vemos como el más sincero ejemplo de tal solidaridad internacional el trabajo que el contingente médico cubano Henry Reeve ha venido realizando desde mucho antes de que se anunciara el brote de coronavirus”, expresó en su misiva la organización no gubernamental con presencia en 100 países.
Resaltó que esa práctica es “una tradición humanista cubana llevada a cabo incluso enfrentando desafíos económicos extremos para la isla, la cual sufre duras sanciones que, en un fuerte contraste con la disposición de los cubanos, también duran más de seis décadas e imponen serias privaciones al pueblo”.
La Brigada Henry Reeve participó en la lucha contra el Ébola durante el mayor brote epidémico de esa enfermedad (2014-2016) y “de las 45 constituidas para el enfrentamiento al nuevo coronavirus, 38 se mantienen prestando servicios en 33 naciones”, informó la web Cubadebate.
La administración del presidente Donald Trump descalifica la actuación de esos especialistas, a los que considera “esclavos”, al tiempo que acusa al gobierno cubano de “trata de personas” y gestiona que no se acepte ese tipo de colaboración.