Un hombre mató al amante de su mujer y la obligó a decapitarlo para luego abandonarla a cientos de kilómetros de su casa junto al cuerpo de la víctima.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado en Jaffrey, Nuevo Hampshire, en Estados Unidos.
Armando Barren descubrió de manera fortuita los mensajes que su esposa intercambiaba con el hoy occiso, Jonathan Arsenault, diciéndole que se vieran por la noche.
Tras esto, el hombre enfureció y golpeó a la mujer hasta desmayarla, tomó el celular de Britany y se hizo pasar por ella.
Así, el hombre acordó la reunión con el amante de su esposa y al llegar a un parque junto con ella, lo golpeó brutalmente e instruyó a su esposa a que lo matara.
Britany se negó a tal acto, y tras perder los estribos, Armando decidió dispararle al hombre en tres ocasiones.
Para intentar ocultar las huellas del delito, Armando transportó el cadáver de Arsenault hasta un campamento situado a 360 kilómetros de la ciudad, en un auto que obligó conducir a su mujer, y una vez allí la forzó a cortar la cabeza de la víctima con una sierra. Tras enterrar la cabeza, el hombre abandonó el lugar, dejando a la mujer con la responsabilidad de deshacerse del resto del cuerpo.
Armando fue arrestado mientras presuntamente planeaba una fuga con su hija, de nueve años, y actualmente se enfrenta a un cargo por homicidio agravado.
Por su parte, la mujer, que fue hallada en el campamento por guardas forestales, también está en custodia bajo la acusación de manipulación de pruebas.
Durante una vista ante un tribunal el viernes, el abogado de la mujer, Richard Guerriero, afirmó que su cliente actuó bajo presión y debe ser puesta bajo arresto domiciliario. No obstante, el fiscal, Scott Chase, sostuvo que Britany «cooperó» con Armando incluso «después de que fuera aprehendida» y decidió dejar a la mujer en la cárcel.
Con información de: milenio.com