Ha sido una temporada atípica con el parón provocado por el coronavirus y una “Burbuja” donde el factor de la localía quedó de lado, pero claro está que los dos mejores equipos de la liga se disputarán el Larry O’Brien.
Tanto Lakers como el Heat solamente han perdido tres partidos en los playoffs, solventando sus respectivas series con cierta comodidad y sin llevarlas a un séptimo compromiso.
En las casas de apuesta Los Ángeles parten como amplios favoritos y en gran parte se debe a la presencia de LeBron James. El “Rey” ya cuenta con tres títulos en su palmarés y está en busca del cuarto con una tercera franquicia diferente, ahora intentando seguir el legado que dejó su amigo Kobe Bryant.
Desde la muerte de la leyenda de la NBA, a principio de año, los Lakers se tomaron esta temporada como un homenaje al #24. Ya sólo están a cuatro pasos de cumplir con su objetivo.
Frank Vogel le dio al clavo con la llegada de tanto jugador veterano. Rajon Rondo, Dwight Howard y Danny Green vienen en pleno ascenso, mientras que la ofensiva sigue siendo encabezada por el explosivo Anthony Davis. La “ceja” está promediando más de 30 puntos en la postemporada, siendo favorecido por la labor de LeBron en la base de la jugada.
Otra de las principales ventajas del conjunto angelino pasa por la experiencia, teniendo en su roster a cinco jugadores que ya saben lo que es ser campeón, mientras que su rival en turno sólo cuenta con Andre Iguodala, sí, el mismo que le ganó una final siendo el MVP al propio LeBron.
El Heat no tiene un jugador promediando por encima de los 25 puntos por encuentro, y si bien tanto Jimmy Butler y Goran Dragic son los más consistentes, pueden surgir otras figuras como Iguodala, Duncan Robinson, Bam Adebayo y Tyler Herro.