Dos bebés quienes nacieron en un hospital de la Ciudad de México, producto de un embarazo gemelar producto de una subrogación de vientre de una pareja que reside en Estados Unidos.
Mateo es un bebé de 7 meses que todos las mañanas se despierta muy risueño y es coqueto con las enfermeras y doctoras que lo cuidan a él y a su hermano gemelo, Nico, en el Hospital General de México, doctor Eduardo Liceaga.
Por pocos minutos, Mateo es el hermano mayor de Nico, quien tuvo muchos problemas al nacer prematuro: hidrocefalia, sordera inicial, padecimiento que aún los médicos analizan si es definitivo y, desprendimiento de retinas por lo cual quedó ciego. Ahí nacieron y nunca han salido del hospital.
Los representantes de la empresa FERTICARE al ver la complejidad del caso, dieron marcha atrás, rompieron el contrato y dejaron a la mujer y a los niños a su suerte, sin recursos económicos y botados en el hospital.
El viacrucis duró varias semanas. El 4 de febrero del 2020 con 6 meses y una semana de gestación, Nico y Mateo vinieron al mundo después del calvario que la empresa, FERTICARE, le hizo pasar a la mujer gestante, las semanas previas y el mismo día del parto, en que con engaños.
La llevaron a un hospital privado en Lomas Verdes, en el cual no recibió la atención esperada, por lo que se trasladaron de Naucalpan a la Alcaldía Cuauhtémoc, donde los gemelos nacieron por medio de una cesárea de emergencia en el Hospital General de México Eduardo Liceaga.
Pese a que la mujer gestante los visitaba a menudo, un vacío legal en el contrato de subrogación de vientre impidió que continuaran las visitas, por lo que en junio pasado, fue demandada por abandono de los pequeños. Fue así que las enfermeras que los cuidan fueron las encargadas de ponerles los nombres: Mateo, que significa «Regalo de Dios» y Nicolás, que significa «victoria del pueblo»
Mateo pese a que nació prematuro, se recuperó rápidamente, pero Nicolás no corrió con la misma suerte, nació con hidrocefalia, resultado de diversas intervenciones quirúrgicas se le desprendieron las retinas, lo que lo dejó ciego, además de que aún no se comprueba si es sordo, pues se le siguen haciendo estudios. De acuerdo con fuentes que pidieron el anonimato, «Nico» reacciona al escuchar música, su pasatiempo favorito durante los días en el hospital.
A pesar de lo complicado que es la situación de los gemelos, las enfermeras y médicos, además de cuidarlos para que se recuperen, son los encargados de acurrucarlos y procurarlos, pues a decir de la gente que conoce, Nico y Mateo «son muy consentidos y queridos» por el personal de la salud del hospital.
Las acciones cotidianas para un bebé se complican si están en el hospital y más en medio de una pandemia, es por eso que Nico y Mateo, solo tienen a una enfermera que los cuida exclusivamente, esto como medida para protegerlos del contagio de Covid-19. La enfermera se ha encariñado con ellos y ha externado su deseo por adoptarlos.
Entre los cuidados que tienen con los bebés, las enfermeras del área de cuneros, se turnan para llevarse y lavar la ropa de los hermanos, además de hacer colectas para comprarles la prendas necesarias.
Con información de: milenio.com