Recientemente, los demonios de Tasmania, marsupiales desaparecidos hace 3 mil años de la Australia continental, fueron reintroducidos en la inmensa isla, una etapa “histórica” de un ambicioso programa de protección de la especie.
El pasado lunes, la asociación Aussie Ark reveló que estos mamíferos carnívoros fueron liberados en un santuario de 400 hectáreas en Barrington Tops, a tres horas y media al norte de Sídney (sureste).
Tim Faulkner, presidente de Aussie Ark, explicó que esta operación “histórica”, realizada en julio y septiembre, es la primera etapa de un programa de conservación ex situ para crear una población preservada, teniendo en cuenta que, en la isla de Tasmania, el demonio sufre un cáncer contagioso.
Según Faulkner, después de 16 años de intenso trabajo, que supuso la creación en la Australia continental del mayor programa de cría de demonios, es “increíble” haber llegado hasta aquí.
Señaló que el mayor predador indígena en el continente es el gato tigre de cola moteada que pesa un poco más de un kilo, por lo que traer un animal de ese tamaño es algo extraordinario.
Esta especie puede pesar hasta ocho kilos, caza normalmente otros animales autóctonos o se alimenta de restos de animales muertos.
El “Sarcophilus harrisii” no es peligroso para el hombre o el ganado, pero se defiende si lo atacan y puede provocar heridas graves.
Es un animal nocturno de pelaje oscuro o negro, que desprende un fuerte olor cuando está nervioso, es víctima desde 1996 de una enfermedad, el tumor facial transmisible del demonio de Tasmania (DFTD), que termina en muerte casi en el 100% de los casos.
La dolencia ha acabado con el 85% de su población, y ha situado a esta especie en peligro de extinción.
Este tipo de tumor, es un cáncer contagioso, el cáncer normalmente no lo es, salvo en ciertas especies animales, se transmite a través de las mordeduras entre los demonios, muy agresivos y con una fuerte mandíbula, cuando se aparejan o combaten.
Estos animales mueren de hambre cuando el tumor llega a la boca y les impide comer.
Se calcula que actualmente hay 25 mil demonios en la naturaleza, frente a los 150 mil que había antes de la irrupción de la enfermedad.
Estos animales desaparecieron hace 3 mil años en la Australia continental, al parecer eliminados por los dingos, una subespecie de lobos nativos.
El programa busca crear una “población reservada” ante una enfermedad hasta ahora incurable, así como restaurar el entorno natural autóctono.
Un proyecto recuerda el de la reintroducción del lobo en el parque estadounidense de Yellowstone en los años 1990, que, según los expertos, tuvo una serie de efectos positivos: regeneración de arbustos en las orillas de los ríos, estabilización de los cursos de agua, el regreso de pájaros y castores.
La asociación Aussie Ark seleccionó a los animales por sus capacidades de reproducción y los soltó en un santuario protegido, para evitar varias amenazas, como las enfermedades o el tráfico de automóviles.
Señaló que han introducido especímenes jóvenes y con buena salud, lo que les da seis meses para encontrar sus marcas, establecer su territorio y prepararse para la temporada de la reproducción.
Con información de: noticieros.televisa.com
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
https://eldiariodevictoria.com/2020/10/06/en-plena-funcion-oso-ataca-a-su-domador/