CIUDAD DE MÉXICO, octubre 19 (Agencias)
La historia de vida del joven actor mexicano Ángel Leonel Corral, quien protagonizó el filme “Cómprame un revólver” (2018), está llena de cosas buenas y malas. Las segundas se hicieron presentes rápidamente, pues a los 12 años perdió el antebrazo izquierdo luego de que el explotó un transformador mientras jugaba.
Tras su recuperación, el joven volvió a las calles de su natal Hermosillo, Sonora, para trabajar limpiando parabrisas con esta nueva condición. Fue así como el cineasta Julio Hernández Cordón dio con él para la película que recibió ocho nominaciones al Premio Arel.
La película fue muy bien recibida por la crítica y le dio fama a Ángel entre sus amigos, con la paga que recibió por su trabajo en el filme (40 mil pesos, aproximadamente) comió bien con su familia, pero volvió a su trabajo como limpia parabrisas, hasta que ocurrió otro gran acontecimiento en su vida.
Amalia Escobar, periodista de El Universal, entrevistó al joven, quien tras haber tocado la fama volvió a trabajar en las calles. Fue así como la Fundación Michou y Mau, dirigida por Virginia Sendel, conoció su historia y se puso manos a la obra para que Ángel pudiera acceder a una prótesis.
Es así como Ángel, acompañado de su madre, tomó un vuelo hacia Houston para que finalmente pueda acceder a su prótesis sin costo alguno, en el Hospital Shriners, de Galveston, así como los ajustes y demás cosas que puedan necesitarse hasta que cumpla 18 años.