noviembre 26, 2024
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octubre 24, 2020 | 90 vistas

Antonio González Sánchez

Vuelvo a decir la Palabra de Dios escrita en la Biblia, que se proclama en la misa dominical, orienta, fortalece e invita a que el creyente realmente viva como Dios quiere.

Este domingo, el texto evangélico tomado del Evangelio escrito por San Mateo 22, 34-40, el Señor Jesús contestando a una pregunta que le hace un doctor de la ley para ponerlo a prueba contesta lo principal de la ley de Dios.

Tal vez sea una pregunta que se hacen muchos creyentes de este tiempo: “Cuál es el mandamiento más grande de la ley” y Jesús es muy claro y contundente: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda el alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Todo lo que hacen los creyentes es bueno, pero si no aman a los demás no sirve de nada.

Es bueno recordar que al final de la vida seremos juzgados en el amor.

Eso es lo que cada creyente debe reflexionar cada día. Y cada día examinar qué tanto se ama al prójimo.

Se puede orar con las palabras de la oración de la misa dominical: “Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas”.

Que el buen Padre Dios les conceda el amor y la alegría.

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