Este día, los Merengues en el último minuto lograron igualar los cartones, al enfrentarse al Borussia Mönchengladbach que exhibió cada una de las carencias defensivas del equipo comandado por Zidane.
De no haber sido por el portero Thibaut Courtois el marcador habría sido otro.
El primer gol de Mönchengladbach fue la muestra de que Sergio Ramos ya no está para competir a velocidad con los rivales y es que solo le vio el número todo el tiempo a Marcus Thuram que abrió el marcador.
El Madrid no tenía capacidad de reacción y Courtois salvó en diferentes ocasiones.
Para el segundo tiempo los errores defensivos en los Merengues continuaron y Mendy nunca entendió como debía dejar en fuera de lugar a la ofensiva rival y en dos ocasiones habilitó para que otra Thuram mandara guardar el esférico.
En los últimos minutos fue cuando apareció el orgullo combativo del Real Madrid, ese que los ha llevado a ser el equipo más ganador de este torneo y con goles de Benzema y Casemiro en último suspiro del juego rescataron el punto que los mantiene con vida.
El equipo de Zidane está sufriendo en Champions como nunca antes en su historia lo había hecho, y eso le puede costar la clasificación porque por si fuera poco no tienen jugadores que puedan cambiar la historia de una escuadra que parece no tener rumbo a pesar de haber ganado el Clásico el fin de semana pasado.
Con información de: mediotiempo.com
