Fernando Valero Salinas.-
Cd. Victoria, Tam.-
Como cada año, este 28 de octubre la parroquia de San Judas Tadeo, ubicada en el fraccionamiento Industrial, abrió sus puertas en punto de las seis de la mañana para empezar a recibir a todos los fieles católicos que depositan su fe en este santo patrono.
Sin embargo, en este 2020 las cosas fueron diferentes, pues la pandemia del coronavirus, que se vive a nivel mundial, así lo exige, y por eso mismo también se han suspendido otras celebraciones de gran tradición como el Día de Muertos.
En esta ocasión, la “nueva” parroquia de San Judas Tadeo lucía adornada como siempre, aunque en su interior no había los cientos de feligreses de otros años, pues muchos optaron por quedarse en sus hogares, por temor a contagiarse de esa enfermedad llamada covid-19.
Pero también quedó claro que la fe de los victorenses y de los visitantes de otros lugares sigue intacta, pues muchos de ellos sí se dieron el tiempo para asistir a esta iglesia, para dar gracias a San Judas Tadeo por todos los milagros y peticiones que les ha concedido y seguir bajo su cobijo.
En un sondeo que El Diario de Ciudad Victoria hizo entre algunas personas que asistieron ayer a esta parroquia, nos comentaron que fueron a darle las gracias a San Judas Tadeo por algún favor o “manda” en especial, aunque en este año las principales peticiones a este santo patrono fueron relacionadas con la salud, ya fuera propia o de familiares.
Otras personas también le agradecieron por las cosas buenas que les concedió en el año, por haberles incrementando sus ingresos económicos y las ventas en sus negocios.
Otros feligreses nos dijeron que para mantener la fe en esta época de la pandemia, lo que más le han solicitado a este santo es que les concediera mucho aguante, energías, paciencia y serenidad.
Sin embargo, en el transcurso del día y conforme iban llegando más personas al interior del templo, era notorio observar que algunos asistentes al sentarse en las bancas no mantenían la sana distancia, por lo que personal de ese lugar les tenía que indicar que debían separase para evitar riesgos de contagios por covid-19.
El día transcurrió con calma y, a diferencia de otros años, el festejo a San Judas Tadeo, en la parroquia que lleva su nombre en el fraccionamiento industrial, se desarrolló en un clima de tranquilidad.