Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
Tampico y Reynosa aparecen entre las cinco ciudades del país con menos incidencia de violencia familiar, informó la organización no gubernamental México Evalúa.
Detalló que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana en su edición de septiembre 2020, San Pedro Garza García, Nuevo León, tiene una tasa del 2.1 por ciento de casos de violencia familiar; Tampico 2.2; Tepic, 3.0, al igual que Saltillo y Reynosa registra 3.5.
En contraste, las cinco ciudades y alcaldías más violentas en el entorno familiar son Tonalá (Jalisco), con el 21.1 por ciento; Iztapalapa, con 16.6; Tláhuac, con el 14; Miguel Hidalgo, con el 16.4 (estas tres últimas pertenecientes a la Ciudad de México) y, finalmente, Tlalnepantla (Estado de México), con un 12.7.
En total, la encuesta analizó 85 ciudades del país, de las cuales 79 presentan una cifra negra del delito de violencia familiar por encima del 90 por ciento.
Por esa razón, “México Evalúa” expuso la urgencia de diseñar estrategias para atender la violencia familiar.
“La evidencia es clara: la violencia familiar es un problema que va en aumento en el país, y que afecta principalmente a mujeres y niños. Las autoridades deben entender que la impunidad que rodea a la violencia familiar es una condición que fomenta la escalada hasta niveles letales, como homicidios y feminicidios y genera ambientes propicios para la delincuencia”, advirtió.
Consideró que más allá de los discursos y las buenas intenciones, los gobiernos, tanto locales como el federal, deben promover estrategias que fomenten la denuncia de casos de violencia en el entorno familiar, brindar protección a las víctimas y reducir los niveles de revictimización.
Al respecto, precisó que aunque la violencia familiar afecta principalmente a mujeres y niños, también hay un porcentaje relevante de hombres víctimas de este delito.
Ante ello, la ONG hizo varias recomendaciones a los gobiernos, entre ellas, aprovechar la información de las llamadas de emergencia que se reciben a través del 911 y los números locales, para analizar los patrones de la violencia familiar y atender las zonas con mayor concentración de este delito.
También sugirió mejorar el tiempo y la calidad de respuesta de los agentes policiales ante estas situaciones de emergencia, e implementar mecanismos de justicia cívica para atender oportunamente los casos de violencia familiar, evitar su escalamiento y garantizar que haya reparación del daño o una sanción.