Actualmente, muchas personas prefieren comer la pizza fría un día después, pero esto podría causar algunos problemas en su salud, debido a que los productos que contiene la pizza sufren alteraciones si se deja a temperatura ambiente por mucho tiempo.
Según un estudio realizado por el departamento de agricultura de Estados Unidos, comer pizza fría puede causar intoxicación si no se refrigera después de cierto tiempo de estar a temperatura ambiente.
La Universidad Estatal de Carolina del Norte estableció en otro estudio que los productos horneados son demasiado secos y eso promueve la creación de bacterias, por lo que recomiendan calentar a poco más de 74 grados Celsius para que estas se eliminen.
Después de estos estudios, es recomendable además de calentar la pizza en el microondas, meterla al refrigerador a una temperatura de por lo menos cuatro grados Celsius para que el producto no tenga problemas.
Con información de: mediotiempo.com