diciembre 14, 2024
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noviembre 24, 2020 | 214 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

Cd. Victoria, Tam.-
Usuarios de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Victoria, denunciaron cobros indebidos por parte de esta dependencia.

“Estoy enojadísima y frustrada. Es una impotencia saber que te aplican un cobro indebido y que luego cuando acudes a solicitar una explicación te encuentras con personal prepotente que te trata mal desde que entras a las oficinas”, narró este lunes una usuaria que acudió a hacer una reclamación.

Contó que es propietaria de una casa-habitación que actualmente tiene deshabitada, pero el recibo de agua le sigue llegando con cobros muy elevados.

Debido a que le robaron el medidor, la Comapa aplica como base para el cobro del servicio el promedio de consumo de la zona, sin importar que haya, como en su caso, personas que tienen su casa sola.

“Por más que le expliqué al funcionario encargado que mi casa está sola desde hace varios meses, y que no es mi culpa que hayan robado el medidor, la justificación que me dan es que la Comapa saca un promedio de consumo en la zona y la aplica parejo a todas las personas que no cuentan con medidor. Me dijo que a la Comapa no le interesa que haya o no consumo. Es una impotencia porque uno sabe que se trata de algo injusto”, mencionó.

Dijo que, además, cuando le robaron el medidor solicitó a la Comapa le instalaran un nuevo, pero la respuesta fue que, “llevamos todo el año sin medidores y no sabemos para cuándo habrá”.

Otro usuario denunció que desde el 29 de octubre pasado pagó la contratación de una toma de agua y la Comapa le informó que tardaría 45 días en dar el servicio.

“Cobran por un servicio que no te van a otorgar. Este lunes llamé por teléfono al área correspondiente y la secretaria me respondió que: “necesito preguntarle al ingeniero Rosales para cuándo se le instalará la toma, pero acaba de salir y no sé si regrese. Si gusta venir a buscarlo para que le pregunte cuándo le darán el servicio, sería lo mejor. Pero venga entre siete y ocho de la mañana para que lo encuentre aquí”, narro.

El maltrato hacia los usuarios ocurre desde el acceso a las oficinas de pagos. Una mujer joven controla con prepotencia la entrada, mientras otra, de iguales modos, se encarga de facilitar los turnos.

El trato no cambia con las cajeras.

“Necesita pagar mil 200 pesos para salvar el corte”, explicó una cajera a una afligida mujer que acudió a solicitar que no la dejaran sin servicio y que solamente llevaba mil pesos.

 

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