Rubén Jasso.-
Canta de todo y una canción tras otra, pero también da variedad a su repertorio para no “cansar” con las mismas melodías a las personas que pasan diariamente por los lugares en los cuales muestra su talento acompañado de su guitarra.
Su nombre es Enrique García Cantú, oriundo de Ciudad Victoria, quien se gana la vida cantando en las calles para llevar el sustento diario a su hogar con un empeño muy especial, sobre todo porque recientemente llegó un nuevo miembro a su familia y el esfuerzo por sacar adelante a su esposa e hijos debe redoblarse.
Una tarde fresca, ya pardeando, nos encontramos al joven músico en un transitado crucero, avanzando entre las filas de automóviles mientras entona por lo menos dos melodías de corte romántico durante la espera a que el semáforo cambie a luz verde.
Algunos automovilistas lo ayudan con una moneda, otros simplemente reanudan la marcha al cambiar el semáforo, pero Enrique se muestra agradecido porque dice que muchas personas lo han apoyado desde hace bastante tiempo, ya sea con alguna cantidad en efectivo o también con algo en especie.
INICIA TEMPRANO
Su labor comienza a temprana hora en la zona centro de Victoria y por las tardes se traslada a un crucero más cercano a su domicilio, donde también ofrece un amplio repertorio que permite disfrutar de su voz educada al compás de su guitarra.
“(Comienzo) aproximadamente entre ocho y nueve de la mañana, le damos hasta mediodía cuando empieza a arreciar el sol y ya como a estas horas, cinco o seis de la tarde le damos otro ratito para sacar para la cena más que nada”, dice al hacer una pausa en su actividad.
El joven músico refiere que además del lugar donde estaba al momento de la entrevista, también acude a dos transitados cruceros en la zona centro de la Capital, pues hoy en día es prácticamente imposible acudir a cantar a algún restaurante como antes lo hacía.
“Generalmente estoy en el semáforo del Nueve Carrera o en el Nueve Juárez y ahorita por la contingencia para andar todos amontonados en el transporte público está ‘canijo’ y los restaurantes no están dando ‘chance’ de tocar ahorita”, dice.
García Cantú explica que debido a la pandemia del covid-19 el trabajo ha escaseado, además de algunos eventos a los que solía asistir acompañado por su cuñado.
“Sí tocábamos en algunos restaurantes de aquí de la Ciudad muy conocidos y también teníamos eventos particulares, pero ahorita con la contingencia pues nos tienen muy restringidos todo esto de las fiestas y está escaso el trabajo”, reconoce.
MÚSICA VARIADA
Para Enrique García es importante saber que su música es agradable para quienes lo escuchan, aunque sea por unos instantes, y por eso mismo trata de variar su repertorio cuando se cambia de un lugar a otro para no “aburrir” a la gente.
“Pues (canto) canción tras canción y trato de no repetir las mismas canciones y cambiar los lugares de la Ciudad, estar en varios semáforos para que la gente no se aburra… si la gente ayer te dio cinco pesos al siguiente día te va a dar un peso y al tercer día ya no te va a dar, así que le buscamos un poquito para tampoco hacerle muy pesado a la gente que nos apoya de que sea a fuerzas todos los días darnos la moneda”, dice con toda sinceridad.
Su repertorio se compone de música romántica principalmente, aunque también abarca el género de banda y temas que suenan en la actualidad.
“Canto de José José, Joan Sebastián, algo de la música de banda, lo que esté sonando, Calibre 50, Banda El Recodo, de todo un poquito”, refiere.
Semanas atrás, el músico victorense se hacía acompañar por su esposa, pero debido a que recientemente se alivió, es prácticamente imposible que ella permanezca por varias horas en la calle, además de que su hijo más pequeño requiere de toda la atención de su madre en el hogar.
“Mi esposa estuvo conmigo en este tiempo de la contingencia, también exponiéndose porque estaba embarazada, pero en su trabajo le dijeron que por el momento no la iban a ocupar y pues hay que ver la manera de sacar adelante al ‘pequeñín’, ahorita ya estoy saliendo solo porque ella está operada y ya está con el bebé, y tampoco queremos exponerla a que salga y que lleve algo al niño”, explica.
MUY AGRADECIDO
Afortunadamente, cuenta Enrique García, muchas personas ya lo identifican y no dudan en darle la mano y apoyarlo más allá de darle una moneda, acciones que él agradece de todo corazón.
“Ya mucha gente me conoce tanto a mí como a mi otro compañero que es mi cuñado, en mi caso me preguntan ¿cómo está tu esposa?, ¿ya nació tu bebé?, ¿todo bien?, cuídense mucho”.
En ese sentido, el joven padre de familia también agradece el apoyo que varios medios de comunicación le han brindado con el hecho de contar su historia, pues es la manera en que otras personas conozcan más su noble oficio y la manera en la que sale a ganarse la vida dignamente todos los días.
“A nosotros varios reporteros nos hicieron reportajes y mucha gente de la Ciudad nos apoyó con despensa, nos apoyó económicamente y se le agradece a toda la gente de Victoria que han sido solidarios con un servidor y con mi familia y con los otros colegas músicos que andan ahí tocando en las farmacias, en algunos centros comerciales, en las calles… se les agradece de todo corazón”.
Al cuestionarlo si también le da por escribir canciones, contesta afirmativamente, aunque por alguna razón no se atreve a interpretarlas.
“Sí tengo algunas canciones escritas, pero no me animo a cantarlas, por lo mismo de que no son conocidas y me da algo de temor sacarlas a la luz”, dice.
En cuanto a la oportunidad que tenía de cantar en restaurantes o taquerías y la manera en la que evitaba “amontonarse” con otros músicos, Enrique García explica que entre ellos se organizaban, descartando algún tipo de competencia, pues todos están conscientes que cada uno sale a buscar el sustento para su respectiva familia.
“Muchos compañeros músicos nos turnamos, tú sabes a qué hora va un conocido y a qué hora va el otro y a qué hora va otro para no amontonarnos, porque todos andamos sobre la misma idea, que es llevar el sustento a la casa y como para estarnos echando ‘polilla’ o echarnos ‘tierra’ uno al otro, pues no conviene”.
Luego de una pausa de algunos minutos para atender la entrevista, Enrique García Cantú se dispone a reiniciar su labor al compás de su guitarra, dando a conocer el número telefónico 834 299 93 07 por si alguien desea contratarlo para algún festejo o serenata.
Por último, refiere que no tiene algún mote en el círculo musical de Victoria, pero muchas personas lo recuerdan cuando se hacía acompañar por su niña, quien también canta.
“Antes me decían ‘el de la moto’ porque traía una motocicleta, pero generalmente es ‘el músico de la niña’ porque cantaba mi niña conmigo y ‘el músico de la niña’, ‘el músico de la niña’ y así mucha gente me tiene ubicado”, concluye diciendo el joven intérprete, que sale todos los días a las calles de Victoria de sol a sol a ganarse el sustento para su esposa y sus pequeños hijos.