Andrea Pirlo está cambiando muchas cosas en la Juventus, pero de momento el lema no lo ha tocado. Sigue siendo el mismo: «Fino alla Fine». Hasta el final.
El conjunto ‘bianconero’ tiró de historia y tradición para remontar en los últimos minutos un ‘Derby della Mole’ con tintes dramáticos.
En un clásico turinés, en casa y con la necesidad de sumar puntos, la ‘Signora’ cuajó una primera mitad terrible. Tanto que no gozó de ninguna ocasión clara. Suena exagerado, pero es real. El cuadro ‘granata’ apenas tardó nueve minutos en adelantarse. Nkolou cazó una pelota en el área pequeña y la mandó para dentro tras la salida de un tiro de esquina mal defendido.
El drama pudo ser incluso mayor. Un par de minutos después del gol, un pase a lo Pirlo de Belloti dejó sólo contra Szczesny a Zaza. Al exjuventino se le aparecieron los fantasmas del pasado y definió al cuerpo del meta polaco. La Juve, lenta, apática y previsible, estuvo más cerca de recibir el segundo que de empatar.
La defensa falló, el doble pivote Bentancur-Rabiot no rompió ninguna línea, Dybala volvió a pasar desapercibido, Cristiano no recibió balones… Los peores minutos de la era Pirlo tardaron 10 jornadas en verse. Todo lo contrario de una escuadra ‘in crescendo’.
Algo tan ‘sencillo’ como los centros y cabezazos salvaron a la Juve. Juan Cuadrado, al que le anularon un gol por fuera de juego de Bonucci a comienzos de la segunda mitad, fue el ejecutor de este plan. Primero asistiendo a McKennie, en el minuto 78, y después a Bonucci, en el 89. Ambos centros llegaron por la derecha y ambos fueron rematados con la testa para el 2-1 final.
Con información de: mediotiempo.com