Cd. Victoria, Tam.-
Se dice por ahí que no existen historias pequeñas, para el cineasta victorense Antonio Rotuno este dicho es un hecho. Él es el ejemplo de que no se necesita estar en una gran ciudad o tener todos los recursos del mundo para crear algo de calidad y que sea reconocido local, nacional e internacionalmente.
Para esta edición de Rostros tuvimos una plática con Rotuno, quien es un amante del arte tanto cinematográfico como musical. Quien ha realizado diversos cortometrajes y un par de largometrajes nos contó cómo llegó el cine a su vida, o más bien cómo él se metió dentro del mundo del séptimo arte.
¿Quién es Antonio Rotuno?
“Soy originario de aquí de Ciudad Victoria, me he dedicado al ruido y la música, a la producción de música alternativa y ya en los últimos diez años me he enfocado más al cine”, expresó quien fue integrante fundador del grupo de rock industrial/experimental “La función de repulsa” en el año 1986 así como del colectivo Genital Productions desde 1991.
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
“Empezamos con compañeros que éramos amigos desde la infancia: Luis Alberto Partida y Gustavo Hernández en el 86; en el 87 entró al grupo Hugo Cedillo y en 1990 llegó el hermano de Beto, Emanuel Partida quien había estado un tiempo en el extranjero y al volver a México se unió al grupo”, recordó sobre cómo se formó “La función de repulsa”.
Rotuno indicó que desde entonces se han mantenido en la agrupación, aunque con algunas variaciones en los integrantes, “seguimos en la música, aunque de manera un poco más lenta ahora porque algunos tienen otras responsabilidades, pero ya tenemos una trayectoria en el mundo subterráneo de la música”.
¿Qué fue lo que te atrajo del séptimo arte?
“Siempre tuve un gusto por el cine, principalmente por el cine de fantasía y de horror. Desde muy niño. Ya traía intenciones de involucrarme en el cine como por los 80’s y 90’s pero no me atreví porque no conocía mucho del medio en esos años”, señaló.
Los primeros pasos de Toño Rotuno dentro del cine ocurrieron en su época de universitario cuando él, junto con los integrantes de “La función repulsa” participaron en la creación de una película hecha en video para la televisión universitaria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
“Trabajamos con la maestra Carmen Quiroga en una película que se llama ‘Casa de Viento’; en esta producción estuvimos como extras y después de eso algunos de nosotros empezamos a trabajar en TV UAT y ahí aprendimos más, conocimos más cosas sobre el cine”, añadió.
En 1995, tras varios años de estar aprendiendo dentro de TV UAT, Rotuno estuvo como asistente de otro largometraje llamado “Papeles Rotos”. Fueron estas experiencias las que le hicieron ver lo que se necesitaba para hacer cine, así como a descubrir que, si quería, él podía hacerlo.
¿Cuándo iniciaste a hacer cortometrajes?
“Estuve en pausa varios años porque no tenía las herramientas necesarias, hasta que vino todo lo que es lo digital como a finales de los 2000; luego tomé unos talleres que me ayudaron a entender mucho mejor lo que es el guión y luego en el año 2009 hice mi primer corto”, comentó.
Pese a que estudió Computación Administrativa, Rotuno ha encontrado una conexión entre su carrera universitaria y su pasión por el cine ya que considera que “el elemento administrativo me ha servido mucho porque me di cuenta de que producir una película requiere mucho del conocimiento de la administración para saber cómo utilizar los recursos”.
¿Cómo es hacer cine independiente en una ciudad “pequeña”?
El proceso de empezar a grabar sus propias películas no fue sencillo, sin embargo, las ganas de contar sus propias historias eran más grandes que los problemas o barreras que se atraviesan en el camino. Aún así, “Toño” confesó que tuvo que romper con ciertas ideas para lograr sus sueños.
“De joven yo veía el cine como el filme, tenía la idea de que tenía que hacerse con una cámara de cine… hasta que fui rompiendo con esos paradigmas en los 90’s al trabajar con Carmen Quiroga y al descubrir en el mundo del cine independiente que se empezó a hacer mucho cine en video”, dijo.
“Mucho de ese cine era enfocado al horror, como yo era muy fan de ese género empecé a conseguir películas hechas en video y vi que sí se podían hacer. Después descubrí unas cosas en México que estaban haciendo unos amigos que eran como artistas y escritores que hacían cortos en video y desde ahí rompí con esa idea de que debía tener una cámara de cine”, enfatizó.
Sus primeros trabajos (y los más nuevos) tienen una esencia de “hazlo tú mismo”, esencia con la que ya estaba acostumbrado a trabajar con su música, algo que le ayudó a la hora de enfocar esta particularidad al cine y que lo llevó a ser de los primeros (tal vez el primero) en usar una cámara digital que Cultura Tamaulipas ofreció en su momento a los interesados en grabar o hacer producciones.
¿Cómo fue la realización de tu primer cortometraje?
“Pedí la cámara por dos semanas y grabé mi primer corto, en el 2009, es una especie de comedia de horror. Era como el atrevernos a hacerlo, a mi me había gustado lo que logró Carmen cuando trabajamos con ella, aunque no era la misma tecnología. Con la cámara grabamos ‘Armando Zombie’”, expuso.
“Cuatro años después conocí a Víctor Vázquez, que es de aquí, pero había estado en Monterrey estudiando audiovisuales, él también traía la idea de empezar a producir cine. En esos años, por el 2013, ya había gente haciendo cosas, estaba Alejandro Márquez, Jonathan Rampante, entre otros”, mencionó.
“Me animé a hacer algo con Víctor que fue el cortometraje “Disculpe las molestias” donde creo que afortunadamente di un gran salto de lo que había logrado en el 2009 que fue algo un poco más amateur pasando a un nivel de calidad mucho mejor, algo que se logró gracias al trabajo de Víctor y de los actores porque yo tuve que ponerme a la altura de ellos”, agregó.
¿Qué representa para ti el que tus producciones lleguen a festivales?
“Me da gusto que se reconozca el trabajo de todos los que estamos colaborando, porque el cine se produce colectivamente, en equipo. Estar en festivales nos ayuda a todos y cada logro es como un aliciente de que vamos bien y de que tenemos que avanzar y hacerlo todavía mejor”, comentó.
¿Qué te llevó a hacer largometrajes?
“Uno piensa en hacer películas, al menos en mi caso, no se piensa en hacer cortos. Los cortometrajes son como las primeras pruebas de lo que uno puede hacer, después de avanzar se agarra la confianza para hacer un largometraje. De hecho, mi primer largo lo empecé a grabar en 2015, “Desvanecer”, y fue como accidental porque al escribir el guión me di cuenta de que la historia necesitaba desarrollarse más y dejó de ser un corto”, indicó.
¿Cómo surgió la idea de realizar un Festival de Cine en la Capital?
Rotuno ya tenía cierta experiencia abriendo espacios para la exposición artística pues estuvo involucrado en la organización del Taladro-Fest que dio espacio a aristas, grupos y cantantes por una década. Desde hace tres años, ha estado organizando el VicFilm para dar espacio a los cineastas locales.
“Ya había varios festivales en otras ciudades del Estado y varios amigos me preguntaban que porqué no hacía uno en Victoria, sabiendo que hay un buen nicho de cineastas. Entonces empezamos a reunirnos y decidimos llevarlo a cabo; la primera edición fue en el 2018 y la de este año fue en línea”, apuntó.