Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Desde hace siete meses, la señora Blanca Esthela Chávez Calderón y su marido han tenido que hacerle frente a la salud de la pequeña Esthela Mariel de Leija Chávez, quien es su nieta y presenta hidrocefalia
La señora Blanca que es quien está a cargo de la bebé que ahora cuenta con un año y cuatro meses, enfrenta una difícil situación, pues además de la nieta, junto con su marido está a cargo de sus cuatro hijos, que tienen ocho, doce, 14 y 17 años de edad.
Explica a El Diario de Victoria que su hija, la mamá de Mariel, tuvo gemelas y al cumplir siete meses detectaron que su cabeza tenía un crecimiento anormal, por lo que la llevaron al Hospital Civil donde le diagnosticaron la hidrocefalia.
A partir de ahí, la abuela de la menor se hizo cargo mientras la madre cuidaba a su hermana, “pues estábamos en plena pandemia y tenían miedo de contagiarse”.
Asimismo, cuenta que desde entonces ha estado en todo momento a cargo de Mariel, a quien ve como su propia hija y por la que hacen hasta lo imposible por mejorar sus condiciones de vida.
La señora Blanca trabaja en la maquiladora Delphi 2, por lo que cuenta con muy pocos recursos, su esposo es ayudante de albañil y tampoco tiene una percepción segura.
“Hay que sacar fuerzas por donde pueda y de donde sea”, dice la señora al tiempo de reconocer que cuando la niña estuvo internada durante cuatro meses en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no tenían ni fuerzas ni ánimos y que en ocasiones sentían desfallecer.
No obstante, reconoce que la pequeña Mariel es una guerrera que ha podido sortear hasta ahora las batallas de la vida.
Cuenta que la bebé al año llegó a pesar menos de cuatro kilos, su vida estuvo en riesgo y los médicos del IMSS de Victoria ni de Madero le daban esperanzas de vida.
En noviembre pasado al ver que la menor había decaído no presentaba mejoras decidieron cambiarla de hospital y fue llevada al hospital Infantil de Ciudad Victoria. Ahí la operaron y le colocaron una válvula para drenar el agua de su cerebro y despresurizarlo.
Hoy, a su año y cuatro meses la pequeña Mariel sigue luchando por su vida, ya se encuentra en casa y necesita ayuda de la comunidad y las autoridades.
A Mariel le hace falta leche NAN Sin Lactosa, pañales talla mediana, además de medicamentos y recursos para subsistir. A la familia entera le hace falta el apoyo de todos y todas para hacerle frente a esta necesidad.
Los medicamentos que toma son Feniffler-T, que es fenitoína sódica, probióticos, Vitamina A, C, y D (retinol, ácido ascórbico, colecalciferol) y avena o papilla Nestum de avena.
El número de contacto es el 834 255 93 97 y viven en la Manzana 49, lote 29, calle Río Magdalena en la ampliación Echeverría, en Ciudad Victoria. Cuentan con una tarjeta Santander número 5579 1001 8100 6980.
A Mariel se le alimenta por sonda debido a que desde que perdió peso, no ha podido recuperarse del todo y solo se alimenta de papillas de pollo, verduras, y líquidos, lo que agrava más la situación.
De acuerdo con los médicos del Hospital Infantil, existe una gran posibilidad de que la válvula tenga que cambiarse debido a que no estaba funcionando del todo.
La cita con el especialista la cambiaron para el próximo año.
Esta familia como muchas más de la Capital, no tienen ni siquiera idea del porqué la menor presentó esta condición. Por ejemplo, mencionan que a la madre no le dio zika u otra enfermedad que pudiera haber comprometido su embarazo. La hermana gemela no presenta condiciones como esta.
“A mi niña la tuvimos cuatro meses en el Seguro, pero yo cada vez la veía peor, ahí se fue enflacando… todo en plena pandemia, ya en el Seguro me la daban por muerta, me mandaron a Madero y el médico no le daba nada de esperanza, pero, gracias a Dios ahí va mi hija”, dijo la abuela.
Esta familia no solo tiene que enfrentar la enfermedad de Mariel, sino que las condiciones socioeconómicas les son desfavorable, máxime que no cuentan con un empleo lo suficientemente redituable para cubrir los gastos y vivir.