En una población rural de cerca de tres mil habitantes en el norte de Colombia, una secta religiosa se quedó esperando la supuesta segunda aparición de Jesucristo en la tierra y con ella “el fin del mundo”.
Los feligreses de la congregación evangélica Berea anunciaron que este jueves era el día del “juicio final”.
El pastor religioso de la ciudad de Barranquilla llamó a congregarse en una precaria edificación del pueblo a esperar la segunda venida de Cristo, esto causó un tema de conversación y hasta de burla donde quiera que llegó la noticia.
Las autoridades del municipio de Sabanalarga se apersonaron en el lugar junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que se llevó a los siete menores de edad que estaban dentro del templo.
“Tengo dos tías y un sobrino dentro de esa iglesia, además de mi esposa, a quien excluyeron hace poco porque le dijeron que estaba contaminada porque mi hijo no profesaba su fe”, dijo Johnny Angulo, habitante del lugar.
Angulo expresó su preocupación por la decisión tomada por varios de sus familiares de vender sus pertenencias porque, según ellos, ya no las iban a necesitar.
Un grupo de personas se apostó frente al templo de la congregación evangélica Berea, los cuales llevaban más de dos semanas ayunando para “limpiarse” para que en la “nueva llegada del Mesías” estuvieran libres de pecados.
El pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, quien preparó a los feligreses para lo que debía ocurrir este jueves, había renunciado como profesor de la Universidad del Atlántico, afirmando que había tenido “una orden directa que me dio el Señor Todopoderoso”.
La policía realizó indagatorias para descubrir si había personas retenidas contra su voluntad en el lugar, pero todas estaban por voluntad propia y en buena salud.
Al final el pastor Ferrer publicó un video en el cual negó que los integrantes de su comunidad vayan a cometer un suicidio colectivo.
Con información de: lopezdoriga.com
