José del Carmen Perales Rodríguez
La educación de los niños que habitan en las colonias más marginadas de Victoria y de la zona rural, ha sufrido un considerable atraso debido a la pandemia porque no existía un plan B para atender a aquellos alumnos que carecen de conectividad e incluso de electricidad, aseguró María Teresa Garcén García.
La docente y aspirante a la candidatura independiente para diputada local por el Distrito 15, señaló lo anterior al mismo tiempo que advirtió sobre el futuro incierto que se tiene si no hay una coordinación entre los poderes Legislativo, Ejecutivo, los municipios y el propio sindicato.
«Debe hacerse una revisión de la política educativa y debe ser la legislatura la que vigile de la mano de las autoridades educativas estatales y municipales, así como el sindicato que los planes y acciones se estén llevando a cabo en beneficio de los educandos», comentó.
Garcén García señaló que lo que sucedió a partir de la pandemia dejó claro que no hubo nunca un plan B, «tenemos un profundo vacío de casi un año en el que la mayoría de los niños no están conectados ni recogieron su cuadernillo de trabajo y su futuro es incierto».
La aspirante a candidata independiente comentó que su prioridad es la educación, las familias, el contexto donde se ubican las escuelas y donde se desarrollan las familias, «porque todos los maestros somos gestores, agentes de cambio por eso mi prioridad es la educación, por los resultados que he visto desde mi familia, mis alumnos y las diferentes evaluaciones que se han hecho».
DESCONFÍAN DE LOS POLÍTICOS
En el contexto de sus aspiraciones, Garcén García reconoció que se ha encontrado con una ciudadanía que rechaza en general a los políticos.
«Como nunca dentro de mis 35 años en la política por los distintos rumbos de la ciudad he visto el rechazo de las personas y las entiendo porque al igual que ellas yo también estoy indignada porque también vivo en una casa donde no tengo agua, donde no pasa la basura, en una calle llena de baches», comentó.
Puntualizó que sus aspiraciones son legítimas y tienen un objetivo, «porque se puede trabajar de otra manera para atender las necesidades reales de nuestra ciudad, por eso con toda la fe en Dios, con las firmas y el apoyo ciudadano, de obtener la candidatura mi propuesta se fortalecerá. con las necesidades que voy recogiendo».