Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
La CNDH exhortó a los estados, incluido Tamaulipas a proteger los derechos humanos de los migrantes mexicanos ante el cambio de régimen en Estados Unidos.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Carlos Martínez Assad, propuso realizar campañas de comunicación para proteger a las personas migrantes y erradicar la xenofobia.
Es necesario que las autoridades de nuestro país se mantengan alerta ante el nuevo panorama que enfrentarán los migrantes mexicanos con la llegada del demócrata Joseph Biden a la Presidencia de los Estados Unidos de América, a fin de brindarles apoyo y evitar que se vulneren sus derechos humanos.
El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) propuso que los países de tránsito y destino de personas migrantes, como México, realicen campañas de comunicación entre su población sobre las implicaciones que tiene dicho fenómeno, a fin de proteger la integridad y dignidad de quienes dejan sus lugares de origen para buscar un mejor nivel de vida.
Llamó a aprovechar el alcance de los medios de comunicación y las redes sociales para sensibilizar a la sociedad sobre la vulnerabilidad y peligros que enfrentan las personas migrantes, lo cual ayudaría a erradicar situaciones de discriminación y xenofobia que, incluso, los obligan a vivir fuera de las grandes ciudades.
En el caso particular de México, señaló, recientemente se pudo apreciar que “en lugares como Tabasco, como Chiapas, los que llegan tienen que agruparse en una suerte de ciudades perdidas junto a las ciudades establecidas, porque no encuentran acomodo de ninguna manera”, por lo que resulta necesario que los gobiernos se apoyen en la sociedad y en los medios de comunicación para otorgar apoyo y asistencia a quienes se encuentran en contexto de movilidad, además de explorar otras experiencias a nivel internacional para analizar la migración centroamericana.
Subrayó que es vital para que puedan acceder a servicios básicos de alimentación, salud y educación, al tiempo de recordar que, de 80 millones de personas que integran la población refugiada a nivel mundial, la mitad son niños, niñas y adolescentes, por lo que es una obligación humanitaria integrarlos a través de diferentes mecanismos.