José Manuel Meza/Hora Cero.-
REYNOSA, Tam.- El ‘señor del escombro’, como es más bien conocido don José Bonifacio Alonso Domínguez, se ha dedicado por décadas a recoger desechos de construcción en la fronteriza ciudad de Reynosa, Tamaulipas.
Su furgoneta amarilla ha sido la única fuente de ingresos para este hombre de la tercera edad. En ella ha transportado una cantidad incalculable de toneladas durante más de 35 años.
Sin embargo, aseguró sonriendo que ya se encuentra “en las últimas”, porque el vehículo se está despedazando. De hecho, el caso del ‘señor del escombro’ llama la atención de propios y extraños.
Tan llamativa es la camioneta que al mirarla personalmente pareciera que estuviera viendo visiones y si es en fotografía da la apariencia que las imágenes están deformadas, pero no, así es como realmente se encuentra.
Los vecinos de la colonia Narciso Mendoza, donde él radica, aseguran no dar crédito de cómo es que esta unidad tipo van todavía tenga fuerza para trabajar.
A sus 70 años, su propietario no es pensionado y recogiendo bloques y piedras es la única forma en la que consigue para comer.
Don José aseguró que unas personas le prometieron subir su historia al Facebook, a ver si alguien lo ayuda a conseguir otra camioneta.
“Yo le dije a una hermana que no quiero una nueva, aunque esté viejita, nada más que camine”, comentó.
Su compañera de mil batallas ha salido buena para el trabajo y refirió que aún así, toda torcida como se encuentra, puede levantar una carga superior a tres toneladas y media.
“La anterior que tuve solamente me aguantó diez años, pero esta Econoline estándar salió más resistente”, expresó de manera simpática.
–¿Y por dónde se sube?
“Por ahí por la puerta aquella (la del copiloto), porque la del chofer si la abren se cae… Hace rato la iba a prender porque necesito ir a tirar una carga”, agregó.
No obstante, este ‘milagro’ sobre ruedas evidentemente ya cumplió con su función y, por lo mismo, se le descompone con frecuencia.
“La última vez que me quedé tirado fue porque se le pegó el motor de arranque y ya no quiso jalar. Andaba sacando un escombro allá por la colonia La Cima, para adentro y ya no quería dar ni para adelante ni para atrás”, platicó don José al reportero los sufrimientos por los que le ha tocado pasar.
Este señor solo, sin hijos y que vive de una manera humilde y honrada, se encomienda a la buena voluntad de algún ciudadano de Reynosa o de Texas que quiera donarle otra unidad para trabajar y poder retirar de circulación a su inseparable camioneta.