Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
Poco más de 12 mil 500 hectáreas, que representan el 25 por ciento de la superficie total citrícola de Tamaulipas, ya están infectadas con la plaga conocida como dragón amarillo, denunció Oscar Garza.
El Presidente de la Unión Regional de Citricultores advirtió que, a pesar de lo grave de la situación, ni el Gobierno ni los productores están haciendo algo por frenar la enfermedad.
En esas circunstancias, dijo, las casi 50 mil hectáreas citrícolas de Tamaulipas están en riesgo de siniestro, lo que representará un terrible golpe para la economía de varios municipios del centro del estado, entre ellos Victoria, Güémez, Hidalgo, Padilla, Llera, Soto la Marina y Villa de Casas.
Garza explicó que desde que inició la actual administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador, se cancelaron los apoyos para atacar el dragón amarillo, lo que echó a la basura los logros obtenidos en el combate a la plaga.
“Se estaba logrando contener el avance de la enfermedad, pero al suspenderse los programas gubernamentales la situación se tornó gravísima. En estos momentos ya hay presencia de la plaga en el 25 por ciento de la superficie citrícola”, indicó.
Lo más preocupante es que el daño es irreversible porque la plaga es mortal.
“Cuando la enfermedad llega al árbol ya nada se puede hacer. Hay que sacrificar la planta aunque lamentablemente muchos productores no lo hacen”, indicó.
Dijo que por sí mismos los citricultores no pueden atacar la plaga porque los tratamientos son muy costosos, y además el rendimiento de la actividad no da para ello por el bajo precio de la tonelada de naranja.
“Lo que nosotros como organización estamos recomendando a los compañeros es aplicar, antes de la floración de los árboles, nitrato de calcio, y disminuir o eliminar los nitrogenados, porque estos atraen más plagas”, refirió.
Consideró que los gobiernos deben valorar debidamente la situación porque en países como República Dominicana, el dragón amarillo arrasó con toda la citricultura, y eso puede ocurrir en la entidad dentro de pocos años.
Una primera consecuencia que comenzará a reflejarse en México será un declive en la producción citrícola.
