Joe Biden, presidente de Estados Unidos, urgió al Congreso a reformar las leyes que regulan la posesión de armas de fuego, una petición de alto contenido simbólico cuando se cumplen tres años del tiroteo en la escuela secundaria de la ciudad de Parkland (Florida), en el que murieron 17 personas.
El presidente estadounidense reconoció la labor de los sobrevivientes de la tragedia, que han emprendido una campaña para restringir la posesión de armas y se han convertido en un símbolo para toda una generación de jóvenes estadounidenses que no quieren aceptar los tiroteos en las escuelas como algo normal.
Señaló que es una historia escrita por los jóvenes de cada generación que desafiaron el dogma imperante para exigir una verdad simple; pueden hacerlo mejor y lo harán.
Prometió que su Administración no esperará al próximo tiroteo para hacer una propuesta al Congreso, el único con poder para reformar la legislación de armas y que lleva más de dos décadas sin aprobar ninguna ley significativa, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Biden solicitó al Congreso que promulgue reformas de sentido común a la ley de armas.
Pidió al Legislativo que apruebe leyes para que se verifiquen los antecedentes de los compradores de armas y se prohíban las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, que permiten a quien porta un arma matar a un gran número de personas sin tener que detenerse a recargar balas.
También pidió que se acabe con la “inmunidad” de la que gozan los fabricantes de armas que venden ese “armamento de guerra” en las calles de E. U.
Varios presidentes demócratas, antes de Biden, intentaron restringir el derecho a portar armas, protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense.
De hecho, el ex presidente Barack Obama (2009-2017) reconoció que su mayor frustración como mandatario fue el fracaso de sus esfuerzos por ampliar el control de armas en el país.
El debate sobre el control de armas, con Obama al frente del país, alcanzó su punto álgido en 2012 a raíz del asesinato de doce personas en el cine de Aurora y la matanza ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.
Tras la matanza en la escuela de Newtown, en 2013, Obama firmó 23 decretos presidenciales y el Congreso debatió un conjunto de medidas para un mayor control de armas, pero todos los proyectos legislativos fueron bloqueados por los republicanos.
Después, bajo el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), no se impulsó ningún cambio en la legislación de armas y el mandatario gozó del apoyo incondicional de la Asociación Nacional del Rifle.
En Estados Unidos viven 319 millones de personas, las pistolas exceden el número de habitantes. En concreto, la proporción de armas por cada 100 personas asciende a 120, según recoge “The Small Arms Survey”, un estudio elaborado por el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de Ginebra (Suiza).
Con información de: lopezdoriga.com
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