Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
Victorina González Rivera tiene 75 años y desde hace cuatro años está postrada en una cama debido a que tuvo un preinfarto que le provocó tanto miedo que dejó de caminar. Con el paso del tiempo el deterioro en su salud avanza y hoy ya no se levanta para nada, casi no abre sus ojos y no tiene energía ni ánimos para nada.
Victorina tuvo siete hijos, pero de todos solamente dos le pueden brindar ayuda; en la medida de sus posibilidades uno le da 200 pesos por semana y otra se tuvo que mudar de Reynosa a Ciudad Victoria para cuidarla, pero está desempleada.
La señora González depende solo de la pensión del adulto mayor del Gobierno de México, sin embargo, esta no le alcanza, sobre todo porque de ahí también se cubren los gastos de otro de sus hijos, que tiene discapacidad y al que además le dan ataques epilépticos.
Recientemente la señora recibió unos pañales y Ensure, así como un poco de alimentos, pero la necesidad es mucho mayor, sobre todo si se considera que estuvo prácticamente sola y en el abandono,
Su hija Maribel, que es quien cambió de residencia a Ciudad Victoria, tampoco tiene muchas opciones, pues cuenta que ahora está desempleada y no tiene opción de trabajo, porque además de cuidar a su madre tiene que hacerse cargo de su hermano y de su hijo.
Esta familia vive en una casa que le prestaron a Victorina, ahí habitan ocho integrantes, cinco adultos y tres niños. No obstante, en ese lugar no hay puertas y ventanas, y días como los que estamos viviendo, con temperaturas casi congelantes, son prácticamente insoportables.
“Ayer vinieron a checarla, le dio una receta, tiene diabetes, pero no ha comido bien, estaba sola, una hermana la veía, pero cada semana. Por eso es que llegó a ese estado. Hace cuatro años sufrió un preinfarto, tuvo miedo de caerse, como quiera se sentaba en la silla de ruedas y ahora casi no la paramos”.
Explicó que del DIF le llevaron pañales, ensure, sueros, pero no es suficiente. Sobre todo porque buscan que les apoyen “a taparnos la casa y tener una parrillita o estufa, porque no nos deja el clima prender la lumbre, a veces mi mamá tiene hambre y no podemos salir para prepararle algo. Yo no estoy trabajando, apenas el lunes llegué”, dijo Maribel, la hija de Victorina.
En total son siete hermanos, uno de ellos está enfermo de epilepsia, tiene 49 años y es discapacitado. Hace poco, dijo la hija, regresaron a Victorina a Ciudad Victoria porque no pudo vivir con otra de sus hijas, además de que no era atendida, pues no camina, tienen que cambiarle el pañal.
“No ayudan económicamente porque no trabajan, una no tiene marido, el esposo que no tiene trabajo, solo un hermano mandaba 200 pesos por semana”, señaló.
Victorina es viuda y nunca tuvo empleo, siempre se dedicó al hogar.
Esta familia requiere despensa, un tambo para juntar agua porque solo llega en las madrugadas y hay días en los que “no tenemos ni para lavar la ropa, a veces ni para alcanzar a bañarnos, pero lo más difícil es aguantar el frío, queremos que nos ayuden a tapar y que no entre frío, anoche pasamos mucho frío”.
Otra de las peticiones es contar con una cama antillagas, una estufa y un tanque de gas para cocinar adentro, “de perdido para tomar un café o hacerle un huevito a mi mamá- además de cobijas”, explicó.
El contacto es Maribel Rodríguez González, a quien se puede localizar en el teléfono 8119030661, o bien, se puede depositar en la tarjeta 4766 8702 4791 5897 de Banamex.