Nubia Rivera/El Mañana de Reynosa.-
REYNOSA, Tam.- Migrantes extranjeros quieren regresar a su país o pedir asilo político para cruzar a los Estados Unidos, pero su espera transcurre entre las bajas temperaturas, durmiendo en un cartón y cobijas.
Marco Antonio Bautista, hondureño, junto con su esposa e hijos, abandonaron su país ante la inseguridad, pero ha visto que no es difícil cruzar a los Estados Unidos, pero ahora quieren regresar a su país y se encuentran varados en la frontera.
«Dormimos en el frío, cobijas y cartones, y en la madrugada está helada, queremos comida, ropa, zapatos, chamaras y comida», dijo. La familia hondureña quiere regresar a su país, llevan ocho días esperando.
Otros migrantes también están en el mismo lugar, a un costado del puente internacional Reynosa-Hidalgo. Los migrantes son apoyados por personas solidarias, que diariamente llevan comida, café o chocolate, les llevan cobijas.
Estados Unidos ha dado esperanzas a los migrantes, de abrir las puertas para los que piden asilo político, hay muchos que han esperado durante dos años, como los cubanos, varados en la frontera.
PARADOJA: HOTELES ESTÁN A REVENTAR
Martha Martínez/El Mañana de Nuevo Laredo
NUEVO LAREDO, Tam.- La helada permitió que el sector hotelero en Nuevo Laredo tuviera un respiro importante en lo que va de la pandemia. El martes llegaron al tope de hospedaje permitido por las autoridades de salud (75 por ciento) con huéspedes locales y de Laredo, Texas, que buscaban contar con los servicios de luz y agua.
“Desde el martes, respetando lo que es la parte de los protocolos de gobierno, venimos debido a la contingencia invernal que se registró no sólo en Nuevo Laredo, sino también en Laredo, Texas, por lo que llegó gente tanto local como de la vecina ciudad, por lo que manejamos una ocupación al tope, de 75 por ciento”, dijo Sergio García, gerente de Real Inn y miembro de la asociación de Hoteles de Nuevo Laredo.
Destacó que a inicios de febrero, la ocupación hotelera en la ciudad ha tenido un repunte de entre el 28 al 32 por ciento en esta plaza y durante el fin de semana de hasta un 48 por ciento.
“Nos cae esto de beneficio porque tuvimos venta de todo, de alimentos y las habitaciones, aunque hubiéramos querido vender más, pero pues no se puede”, comentó.
García destacó que a pesar del duro golpe económico que se ha generado a raíz de la pandemia, desde marzo del 2020, los hoteles en Nuevo Laredo no han dejado de brindar servicios y han mantenido su plantilla de personal, sin bajas.