Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
El pleno del Congreso del Estado aprobó reformas a la Ley de Aguas de Tamaulipas para imponer multas hasta por cuatro mil 481 pesos a quienes incurran en el “huachicoleo” del agua, a través de la instalación de tomas clandestinas.
Por unanimidad de votos, la asamblea parlamentaria avaló el dictamen que recayó en la iniciativa de decreto presentada por el diputado panista Javier Alberto Garza Faz.
La acción legislativa reformó las fracciones I y II del numeral uno del artículo 192 de la Ley de Aguas del Estado.
Actualmente, la ley prevé sanciones de cinco a 20 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) a la persona que se le detecte una conexión no autorizada en la red de agua potable de los organismos operadores. El monto de la multa va de los 481 pesos a los mil 792.
Con la reforma aprobada, y que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Estado, la sanción se elevará de cinco a 50 veces el valor diario de la UMA.
En razón de ello, la multa para quienes instalen tomas clandestinas de agua irá de los 448 pesos a los cuatro mil 481 pesos, en virtud de que el valor actual de la UMA es de 89.62 pesos.
Garza Faz señaló que el robo de agua potable se ha convertido en un problema preocupante, que impacta a las familias porque reduce la presión en las tuberías, y a las Comisiones Municipales de Agua Potable y Alcantarillado (Comapas), porque es líquido que no se cobra.
Dijo que la afectación financiera a las Comapas también repercute en la sociedad, porque no logran los ingresos necesarios para una mejor prestación del servicio de abasto de agua.
Al respecto, el diputado panista, Arturo Soto Alemán, respaldó la acción legislativa, aunque señaló que en un futuro se debe aumentar todavía más el castigo.
Explicó que, en municipios como Victoria esta práctica ha causado un mayor daño a la población, porque es uno de los factores que generan desabasto en las tomas domiciliarias.
Soto aseguró que en Victoria existen personas que obtienen agua potable para el riego de sus huertas.
“Son personas a quienes incluso les resulta más conveniente pagar las multas y volver a conectarse clandestinamente para regar sus huertas. Lamentablemente, el robo de agua afecta a los más desprotegidos”, indicó.
“No se vale que los que más tienen son los que se están robando el agua de los victorenses”, añadió.