Antonio Sosa, Mariela Macay/El Sol de Tampico.-
TAMPICO, Tam.- Molestia, indignación, incluso tristeza y llanto se registraron ayer en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), ante la negligencia y el trato inhumano que reciben en el proceso de vacunación los adultos mayores, por ello bloquearon la calle al exterior de dicha institución.
Las filas eran kilométricas en el centro de vacunación de la Universidad, extendiéndose desde el Campus Sur hasta la calle Universidad de Yale, al menos 20 cuadras y aproximadamente a las 13:00 horas se anunció que no había más dosis.
Los servidores de la nación, pese a estar a cargo de este proceso, se negaron a dar información sobre esta situación de la falta de biológico.
Afuera, en el bulevar Adolfo López Mateos y la avenida Universidad los adultos mayores acalorados, con problemas de salud y apoyándose en bastón o en sillas de ruedas preguntaban: “¿Ya se acabaron las vacunas?”, sin que nadie les diera respuesta.
El servidor de la nación Marco Antonio Hernández se limitó a decir que no tenía mayor información al respecto, generando esto gran indignación.
Gritos y exigencia de ser atendidos se escucharon entonces afuera de la UAT, donde las personas llevan hasta 12 horas en espera de ser atendidos.
FUE UN PROBLEMA DE LOGÍSTICA: JR
El delegado del Gobierno federal en Tamaulipas, José Ramón Gómez Leal, aseguró ayer mismo que sí había vacunas en el módulo ubicado en el gimnasio de la UAT y que se presentó un problema de logística en el lugar.
“Es falso (que no hay vacunas). Sí tenemos una bronca de logística, que se arreglará”, declaró brevemente a El Sol de Tampico el funcionario.
Apuntó que se pidió el apoyo a las autoridades municipales para controlar la situación.
“Estamos pidiendo paciencia. Pedimos a las autoridades que nos ayuden a orientar bien a las personas”, dijo.
Refirió que la vacunación no se ha suspendido y que el espacio es limitado. “No se suspendió la vacunación”, reiteró el funcionario federal.
En este tercer día de vacunación en Tampico y Ciudad Madero, se contempla aplicar el biológico a las personas cuyos apellidos paternos inician con las letras G, H e I, además de los rezagados.