La vitamina C es un gran aliado de nuestra piel, ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes, que no solo nutren el cuerpo, sino que nos ayudan a unificar el tono, tener una piel más luminosa, además de ser un antiarrugas natural y por ende ayuda a retrasar el envejecimiento prematuro por la contaminación y el daño causado por el sol. Sin contar que es excelente para combatir los radicales libres.
Es preciso señalar que la vitamina C además es excelente para cuidar nuestro sistema inmune, sobre todo en la temporada invernal.
Al consumir vitamina C también nos ayuda a prevenir la aparición de manchas en la piel.
También ayuda a que nuestro cuerpo absorba el hierro, sin el cual podrías sufrir de anemia.
Cuando tienes deficiencias de vitamina C puedes sentirte cansado, fatigado e incluso puede reducir los niveles de ansiedad.
La vitamina C se encuentra regularmente en las frutas y las verduras como las naranjas, pomelos, pimientos rojos, kiwi, brócoli, melón, papaya, piña, espinacas, papas y muchos más. Al consumir vitamina C estarás contribuyendo a tu salud a corto o largo plazo.
La vitamina C no evitará que puedas resfriarte, pero ayudará a que los síntomas sean más leves y cortos.
Por último, no olvides hacer un chequeo de tu salud regularmente, y antes de tomar cualquier tratamiento o decisión debes consultar a tu médico.
