CIUDAD DE MÉXICO, mayo 5 (Notimex)
La Premier League también domina Europa porque aunque a la UEFA no le guste, dos de los clubes fundadores de la Superliga Europea -aunque luego se retractaron- son los finalistas de la Champions League porque este miércoles el Chelsea eliminó al más ganador del torneo, el Real Madrid, aunque se tardó 84 minutos en liquidarlo tras fallar incontables opciones para el 2-0 final.
Un Madrid sin piernas ni fondo físico, con más de 50 lesiones a lo largo de la temporada más casos de coronavirus, poco y nada pudo hacer en Stamford Bridge, donde sus dos opciones de gol más claras fueron obra de Karim Benzema, pero se topó con un decisivo Edouard Mendy.
Tuvo que pasar casi media hora para el primer grito de gol de Timo Werner, a quien minutos antes le quitaron una anotación por fuera de lugar. Se caía de maduro por la insistencia del Chelsea, aunque para ese momento Mendy ya le había atajado una clarísima a Benzema, pero el premio le llegó al delantero alemán a puerta vacía tras un remate al travesaño de Kai Havertz, pero el tan criticado Timo ahí estaba, solo sin que nadie le impidiera el 1-0 al 27′.
El Madrid buscaba que el joven Vinicius fuera su solución porque Eden Hazard, pese a recibir el voto de confianza como titular, fue un fantasma; aunado a eso, Kroos y Modric estuvieron lejos de su mejor versión, un mediocampo de veteranos que solamente veían ir y venir a la «aspiradora humana» llamada N’Golo Kanté, no por nada dicen que el 70 por ciento de la Tierra está cubierta por agua y el resto por el francés.
El segundo lapso fue todo de los Blues, que se cansaron de fallar opciones claras ante Courtois ya fuera por atajadas del belga o los pistes. En la banca todo era nerviosismo para Thomas Tüchel -que buscará revancha tras perder la Final con el PSG el año pasado- porque un gol del Madrid habría obligado a la prórroga, pero esta versión de los españoles poco asusta a la ofensiva de no ser por Karim.
Dicen que tanto va el cántaro al agua que termina por romperse y ya en el 84′, Mason Mount le puso justicia a la abrumadora superioridad del Chelsea con el 2-0 a pase de Christian Pulisic, que enloqueció a la defensiva blanca desde su entrada.
Al Real Madrid no le salvó su historia continental ni los tardíos cambios de Zidane, sin fondo físico para pelear ante un Chelsea jugando a altas revoluciones y con una explosividad que le pone en la gran cita en Estambul, mientras los españoles deberán pasar rápido la página para pensar en pelear LaLiga.
