CIUDAD DE MÉXICO, mayo 9 (Agencias)
La influencer Mariana Rodríguez es un ejemplo del alcance que tienen las rede sociales y del impulso que estas pueden darte en diversos aspectos; aunque ella era muy conocida por ser una chica que comparte temas de belleza, ahora muchos la ven como la futura primera dama de Nuevo León.
La regiomontana es pareja del candidato a gobernador de dicho estado, Samuel García, y si bien por varios años se habló de ella por ser “graciosa”, desde que inició la campaña de su esposo, Rodríguez se ha convertido en la mejor aliada y propaganda para el candidato y el partido que este representa.
Mariana acumula más de un millón 500 mil seguidores en Instagram, donde comparte su día a día mediante sus stories, y en TikTok más de 111 mil, donde se hace llamar @LaChavacana; contrario a los nada despreciables 68 mil de Samuel en TikTok y 682 mil en Instagram. Más allá de números, hay que hablar del comportamiento previo de la influencer contra lo que hace hoy en día.
Antes de las elecciones, la joven de 25 años promocionaba todo tipo de productos: maquillaje, joyería, ropa, comida, salones de belleza, etcétera. Sin embargo, esto cambió en cuanto Samuel arrancó su campaña. Mariana detuvo todas sus inversiones para dedicarse al llamado “movimiento naranja”.
Aunque Rodríguez no es candidata, “se ha convertido en la cara de Movimiento Ciudadano, en la salvadora de los escándalos”, señaló un publirrelacionista muy conocido en Monterrey. Y la verdad es que esto queda demostrado al analizar los últimos “golpes” al candidato, mismos que no le bajaron popularidad.
Además de ser famosa en el mundo millennial, la joven también es muy conocida entre las generaciones centennial. Esto lo ha logrado al mostrar su personalidad, inclinada a ayudar a quienes cree que más lo necesitan, así como siendo cercana y cálida (por lo menos así se ve) con las personas con las que socializa en persona.
Finalmente, hay que mencionar que mucho antes de las elecciones Mariana se hizo viral con un video en el que Samuel aparece hablando sobre un tema que a su esposa parece no importarle mucho. Cuando el candidato le pregunta qué le parece, Mariana voltea su cámara y muestra sus tenis naranjas diciendo: “fosfo fosfo”.
