Chantal Martínez Díaz.-
Juan Pedro solo tiene 13 años; hoy enfrenta uno de los episodios más difíciles de su vida: darle la batalla al cáncer de hueso que presenta… y ganarla.
Su madre, Yadira Córdoba, cuenta que ellos son de Jiménez, las condiciones en las que viven no son muy holgadas, pero tampoco quiere pedir de más.
Desde el mes de marzo a la fecha ha aprendido que cuando un hijo enferma se debe buscar la forma de hacerle frente, solucionar las problemáticas y tener mucha fe de que todo mejorará.
Por ejemplo, en cuestión de un día, al joven Juan Pedro le llovieron sillas de ruedas, luego de que la página de Facebook de las Tías de Corazón pidieran el apoyo para este jovencito valiente que enfrenta el cáncer de hueso osteosarcoma.
“La silla ya se la donaron, nosotros empezamos en marzo con esto, actualmente Juan Pedro está llevando un proceso de quimioterapia debido al oseosarcoma, que no sé si sepa, yo tampoco sabía, es un cáncer en el hueso y el cáncer de mi hijo es muy agresivo que avanza rápidamente”.
La señora Córdoba cuenta que el proceso sin duda ha sido muy difícil, todo los agarró de sorpresa, nunca se imaginaron que el jovencito tendría ese problema de salud.
“Todo esto nos ha sido un poco difícil, nos agarró por sorpresa, aunque claro, nunca estamos preparados para enfrentar una enfermedad así”, dijo la señora Córdoba.
Y es que explica que además de hacer frente a los estudios, medicamentos y sufragar viáticos para trasladarse de Jiménez a Ciudad Victoria, hay otras cuestiones como el acondicionar el hogar que demanda desde el uso del aire acondicionado hasta el baño en condiciones óptimas para su uso.
De acuerdo con la Fundación Amigos del Niño con Leucemia y Cáncer, los tumores que afectan las extremidades son de baja incidencia, pero dentro de ellos, uno de los más peligrosos y comunes es el osteosarcoma.
Estos tumores se caracterizan por un dolor intenso en una extremidad, sobre todo en la cadera, rodilla u hombro, aunque se pueden presentar en otras partes. Se trata de un dolor que no mejora con anti inflamatorios, además de que aumenta por las noches. Algunos síntomas son dolor en extremidad, bulto o masa y pérdida de peso.
Y es justamente este tipo de cáncer que presenta Juan Pedro, quien recibe su atención en el Hospital Infantil de Ciudad Victoria.
“No quiero mentirle, las necesidades en casa eran más por cuestiones del hogar, en donde vivimos no teníamos agua porque no subía el agua, compramos una bomba, arreglamos la taza del baño y otros detalles… le hemos dado prioridad a lo más importante, lo que pueda ser bueno para él por la limpieza en la casa”.
Cuenta que en Jiménez tienen un severo problema para el abasto de agua, solo pueden captarla a veces tres ocasiones por semana, pero el rotoplas que tienen está roto, tira la mitad del agua y se desperdicia. Y aunque cuenta con una bomba, no hay manera de captar agua si no la mandan desde la Comapa local.
“Somos de bajos recursos, no tenemos mucho de dónde agarrar, me están apoyando del DIF con los traslados, también hay ocasiones en el DIF estatal que me dan para los estudios. Ahorita solo tiene una beca de niños trabajadores en riesgo de trabajo, porque trabajaba en una tiendita, llevaba dos años ahí, pero creo que le van a pagar solo esta ocasión la beca porque ya va a cumplir 14 años; tuvo la de Prospera pero se la quitaron, no tuvimos registro para las nuevas”, señaló la madre.
Y aunque no se atreve a pedir dinero o medicamentos o incluso para despensa, esta familia requiere del apoyo de la comunidad. El teléfono de contacto de la señora Yadira es el 841 112 2789, ahí pueden comunicarse y ofrecer la ayuda que puedan proporcionar.
Juan Pedro Torres Córdoba, es uno de los tres hermanos de esta familia, va en el segundo de secundaria y está por pasar a tercero.
Su madre cuenta que pese a que la mayoría de las veces su carácter es amigable, cada que acude al tratamiento a Ciudad Victoria, llora a pesar de que sabe del diagnóstico que tiene. La lesión es en la tibia en la pierna izquierda. Actualmente están en proceso de quimioterapia, iniciamos en marzo para ver cómo responde y ver el siguiente paso, apenas llevan cuatro.
Hasta ahora, dice, gracias a Dios no ha faltado el tratamiento, nunca se han quedado sin que se le aplique la dosis correspondiente, lo más que ha ocurrido es que tienen que quedarse en esta Capital un día más porque no se tiene, pero llega al siguiente día la quimioterapia.
“Aquí estamos recibiendo todo el tratamiento incluso el psicológico, estoy muy agradecida con ellos porque es muy importante para mí, es uno de los puntos más importantes para que no caiga en depresión, estar en la casa le motiva, pero cuando está aquí se ve solo, el papá lo acompaña a veces pero sabe que este proceso es largo… no sabemos cuánto tiempo pero esperamos en que todo marche bien y pudiera ser que en un año se pueda recuperar”.
Aunque a ciencia cierta no conocen sobre las secuelas, ni mucho menos se quieren imaginar, esta familia da la batalla diariamente y tienen la fe y la certeza que la ganarán.
EL DATO
De acuerdo con el doctor Genaro de la Paz, médico especialista en tratamiento Psico-Oncológico y tratante de Juan Pedro, es muy importante que en las familias tengan la apertura para entender que todo tipo de cáncer y más en las infancias, tiene un origen emocional y es fundamental que los niños tengan un buen ambiente en casa.
Cuando se trata de cáncer todos los pacientes suelen tener factores predisponentes pero es el origen emocional el que lo detona. Algunos pueden tener sobrepeso, otros una vida sedentaria, que es lo que hace que nos ponga en la antesala de un cáncer, pero luego ocurre algo en los hogares que es lo que viene y desata la enfermedad, es una emoción, algo que le causó pérdidas y esa genética se activa y se desarrolla el cáncer.
El especialista que atiende en el Hospital Infantil de Victoria, señaló que más del 95 por ciento de los casos no tienen un origen físico o médico, nos hablan de factores predisponentes.
Pero es como el diabético, que tiene décadas de tener hábitos adversos, y hay una pérdida emocional que hace que se desencadene la diabetes o la hipertensión, lo mismo pasa con el cáncer, dijo.
Y destacó que es bien importante que la familia crea que el niño (a) no es chiflado, o que no se trata de solo estar llamando la atención de mamá o papá porque no comparte con ella o él, sino que de lo que se trata es que se valore la emoción del paciente.
Y es que señala que uno como papá ve que el niño tiene pérdidas y no se le da la importancia debida, lo minimizan, como cuando se muere una mascota que piensan que no tiene por qué afectarle, pero en el fondo se trata de un duelo y es importante.
Esas son pérdidas y duelos y eso hace que la célula se enferme y ocasione un cáncer. “Uno que está en la sala de oncología el 95 por ciento tienen una pérdida de este tipo, algo emocional, que le desarrolló la enfermedad, el cáncer es un síntoma de un tema emocional”.
Explicó que el tratamiento psico oncológico es quitarle la piedra a la quimioterapia.
“A lo mejor no se tiene la psicoeducación para aceptar que todo tiene un origen emocional, pero es importante considerarlo”, señaló.
El consejo, dijo, es acudir a psicoterapia sobre todo porque todos los niños tienen pérdidas y duelos, surgen meses o un año antes, claramente nos habla de un origen emocional de la enfermedad.