diciembre 13, 2024
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junio 28, 2021 | 307 vistas

Alberto de la Garza.-

Cd. Victoria, Tam.-
Sin duda alguna, el mundo del arbitraje es algo complejo, hay ocasiones en que la pasión nos gana, se nos olvidan las reglas o simplemente no vemos tan cerca cada acción, como la observan los “hombres de negro” durante los 90 minutos, o tal vez menos, dependiendo el torneo donde se encuentren dando fe y justicia de las acciones.

En esta ocasión, para El Diario Mx, Marco Alejandro Camacho Gloria, oriundo de Ciudad Victoria, nos platica parte de su experiencia como árbitro en las diferentes ligas, así como también los buenos y malos momentos que ha vivido al estar al frente en un partido de futbol, en un oficio que no es nada fácil.

Fue justamente un uno de septiembre de 2012 cuando Alejandro tuvo su primera experiencia al pitar un partido de futbol, “yo practico el deporte del tenis, pero un compañero maestro de Educación Física en la Valle de México me dijo que tenía dos juegos y no conseguía árbitro y quería que yo le sacara adelante dos partidos, le comenté que no sabía nada de arbitraje, no tenía uniforme ni nada, nada más conseguí unas calcetas y una playera negra y así me lancé a la aventura”.

Lo más extraño pudiera ser que de practicar el tenis, de un día para otro comenzó a escribir su historia como “hombre de negro”, “me gusta el futbol, siempre me ha gustado, de niño lo practiqué, anduve en muchos equipitos de Copa UAT, siempre jugué de portero, pero después llegue a la edad de 10-12 años y empecé a practicar el tenis, pero a los 26 años inicié con mi primer partido como árbitro”.

 

SUS EXPERIENCIAS

“He tenido muchas finales de Estatales, Interfacultades, torneos en diferentes municipios, pero yo recuerdo mucho y lo tengo como un recuerdo muy importante cuando pité la final de los Interfacultades 2018, porque ya tenía varios años que los partidos siempre terminaban con polémica, con problemas con los árbitros, empujones y mucha polémica, pero cuando por fin me dan la oportunidad, salgo en un partido Mante contra Trabajo Social y el partido lo saqué muy bien”, recordó durante la entrevista.

Agregó: “Fue un partido apretado, se fueron a penales, pero terminan y se dieron la mano los equipos, recuerdo que un asistente se acerca y me dice, felicidades, es la primera vez que salimos sin que nadie nos diga nada, y desde ahí constantemente llego de árbitro a las finales, hasta ahora cuatro, sin ningún incidente”.

Aunque por su edad no logró ser árbitro profesional como tal, ha tenido la oportunidad de arbitrar en algunos duelos amistosos de Correcaminos, “para mí es un logro muy importante tener partidos amistosos de Ascenso (ahora Expansión), pitarle a Matías Britos o a Egidio Arevalo, alguien que jugó un mundial y terminó en tercer lugar, es muy importante y satisfactorio, me llena de orgullo porque no es fácil llegar ahí, además me ha tocado conocer a muchos entrenadores como Carlos Reynoso o “La Pájara” Chávez, y así un sinfín, son experiencias muy bonitas y que las guardo”.

 

TAMBIÉN HA PASADO MOMENTOS AMARGOS

Pero no todo ha sido fácil y sencillo al pitar un partido de futbol, hoy en día sabemos las diferentes situaciones que han vivido diferentes silbantes en Ciudad Victoria, momentos de violencia que lamentablemente los dejan marcados y que en ocasiones los obligan a dejar el uniforme de lado.

“Un árbitro nunca debe tener miedo cuando llega a un terreno de juego, y lo platico como experiencia, porque me ha tocado sentir miedo en una ocasión que me invitaron a arbitrar a Padilla una final, ahí llegó al campo, paso a la tienda y me entero que a los árbitros de las semifinales los habían golpeado, en ese momento ya no quería pitar ese partido, pero al final me convencieron”, recuerda durante la charla.

“Había un mundo de gente y se me acerca una persona para decirme que había muchas apuestas por fuera, que le echara muchas ganas, porque no quería tener problemas. Antes de empezar el partido me encomendé a Dios y dije: ‘Yo voy a arbitrar, le voy a echar muchas ganas y me la voy a rajar en el campo, si me van a golpear que sea haciendo lo que yo vi o sea justo’, pero fíjate que terminé el partido y el mismo señor de las apuestas perdió el partido, se me acercó y me felicitó, tuve muy buenos comentarios, aquí es de no tener miedo y hacer lo que uno sabe hacer, para eso nos preparamos”.

Y aunque lleva cerca de nueve años como nazareno, nunca ha sufrido de una agresión durante un partido de futbol, pero recuerda que sí vivió una situación complicada al inicio de su carrera.

“Fue en la Colonia Satélite, yo empecé un partido de liga normal, iba empezando, apenas llevábamos como seis minutos y cometen una falta en medio campo, intrascendente, sin tarjeta, pero entonces me reclama el jugador muy fuerte, con malas palabras pero lo aguanté y lo amonesto, pero me dice que lo expulse y lo hago, llega su compañero y me tira un manotazo, volteo y lo expulso, llega otro y me empuja y hago lo mismo, ese partido era de siete y el mínimo era de cinco y doy por terminado el duelo”.

Pero no todo termina ahí, “se me vinieron en bola cantidad de gente y entre ellos una señora con una piedra en la mano y una niña cargada, y pensé que me golpearían, pero me ayudó mucho que el otro equipo quería jugar el partido, en eso todos se calman y me piden chance de jugarlo, primero estaba mi integridad, sabía que si lo daba por terminado me golpeaban y les dije que al primer reclamo lo acabaría, regresamos y el partido terminó sin problemas, se que esto no debió haber pasado, pero si no hago eso, me golpean”.

Y a pesar de estas situaciones riesgosas para ellos, ha faltado la unión entre los diferentes colegios para pedir el alto a la violencia hacia los árbitros, “hace dos años fue muy frecuente en la Champions, pero nosotros debemos estar unidos, a veces pasa que golpean a un compañero y el colegio deja la liga, pero llega otro y les cobran menos también con la promesa que no tendrán problemas, pero esto no debe ser así, tenemos que unirnos para que nos respeten”.

 

CUMPLIÓ CON SUS OBJETIVOS

Hoy, a lo largo de los años, ha logrado lo que se ha propuesto y tal vez por eso no tiene un sueño como tal en el arbitraje, “yo al principio quería pitar en todas partes, en todas las ligas y quería más, pero ahorita ya he pitado en todas las ligas, finales en muchas partes y quiero seguirlo haciendo, pero manteniéndome en forma para cuando llegue un tiempo considerado, no es necesario arriesgarse a una edad que no pueda ayudar al futbol, pero eso no tengo un sueño como árbitro, en Victoria he hecho muchos amigos y he tenido grandes experiencias”.

 

EL ARBITRAJE NECESITA DE PERSONAS

“En los campos he conocido muchos jóvenes, uno de ellos llegó al profesional, yo siempre les digo que el arbitraje es bueno y bondadoso si tú te dedicas a esto, mucha gente busca un oficio como el de carpintero, herrero, plomero, el árbitro también es un oficio que te deja, aparte tiene las puertas abiertas porque somos muy pocos, nos hacen falta y el arbitraje ocupa mucho de ellos”.

Mencionó que entrena los lunes, martes y jueves con los árbitros profesionales a cargo de Jaime Manríquez en la UAT de 18:30 a 20:30 horas, estando la invitación abierta para todos aquellos interesados, “esto es algo que no es muy costoso, a veces los mismos árbitros te van dando cosas que van dejando como tarjetas y uniformes, ahí puedes llegar a ser profesional si te lo propones y llegas a buena edad, esto te puede dar mucho más de lo que vas a invertir”, finalizó.

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